Rechazado •°• KookGi •°•

XIX

Llegó la otra semana y YoonGi comenzó a tener menos tiempo, pues oficialmente se había integrado al taller de producción y al equipo de baloncesto, para decepción de JungKook no quiso inscribirse también al ensamble musical de la escuela donde él estaba. Pues como ya les había explicado a sus amigos, tendría suficiente trabajo con ambos clubes.

Pudo conocer a más compañeros lo que ocasionó que su popularidad creciese un poco más, no obstante, los lazos que tenía con sus ya amigos eran los únicos de le importaban, y los que ponía delante de todo.

La amistad que había tenido con NamJoon floreció naturalmente, como si solo hubiesen puesto una pausa, y ahora solo renovaran aquella entrañable relación. Lo mismo con HoSeok, quien parecía buscarlo siempre para hablar de cualquier tema e incluso buscar consejos. JiMin no detuvo su actitud empalagosa, no obstante, si disminuyó notablemente y YoonGi se sintió bastante aliviado de que la psicología a la inversa funcionara, debido a eso también su amistad con el rubio mejoró.

Por último, ¿Cómo es que había terminado hablando por lo menos durante una hora con SeokJin después de cada horroroso entrenamiento de basquetbol?

—Negro y plateado. —tomó agua y pasó una toalla pequeña por su frente húmeda. Miró a SeokJin.

—Rosa. —no lo pensó dos veces.

—¿Rosa? —habló extrañado el menor.

—Rosa pastel. —especificó, entonces el otro asintió pensativamente.

—Pensaba que todos vestíamos con nuestros colores favoritos. Pero al parecer no.

Era clara la ligera confusión, pues el otro siempre vestía con la gama monocromática y nunca con colores llamativos, menos rosa. Empero, le creía.

SeokJin tomó su mochila, ya que la había recogido después de la última clase, y la abrió ampliamente para mostrar a YoonGi como el noventa por ciento de sus materiales escolares eran del color antes mencionado. El otro diez por ciento, tomando en cuenta su mochila, eran blancos.

—Lo sé.

Estaba a punto de preguntar otra cosa, como el porqué del pastillero organizador, hasta que recibió un mensaje. No tomó su celular, simplemente dejó que sonara la notificación, no era alguien que respondiese rápido a los mensajes de todos modos.

—Es JiMin. —declaró SeokJin, lo que hizo al más bajo preguntárselo también— Si no lo es, apuesto a que entonces es Jeon. —concluyó.

—Así que ya me conoces, —murmuró mirando desinteresadamente a su alrededor.

—Aún no del todo, claramente. Pero los he observado a ellos por el tiempo suficiente para decir que lo más probable es que sean ellos.

El menor suspiró, aunque ya no tan cansadamente como las primeras veces que él y SeokJin siguieron discutiendo del tema de JiMin.

—No es una molestia para mí, he llegado a verlo como un hermano un poco irritante, —rio consigo mismo, su brillante sonrisa no afectando un poco a Kim.

—Así que JiMin también se unió... A los demás les tratas de forma fraternal, además has dicho lo mismo de ellos. ¿Todo amigo cercano para ti siempre termina en un enfoque fraternal? —habló serio, incluso intrigado con la respuesta del pálido, quien miraba hacia enfrente pensativamente.

—Si, así debe de ser. —simplemente contestó y volvió a abrir su botella para dar un trago al contenido.

—Ya veo.