Tres años después.
—Hagan dos filas mixtas, van a correr hasta los conos verdes, ¡Son cien metros! Se pueden regresar caminando.
Los jóvenes rápidamente hicieron las filas, colocándose uno después de otro como ya sabían. Así, como muchas veces, el trío de amigos se fue hasta atrás ya que a TaeHyung nunca le gustaba ir enfrente, decía que sus compañeros le metían presión y terminaba yendo más lento que los demás.
Entonces así era el orden: JungKook iba delante de Sana, y la chica delante de TaeHyung, quien era el último en la fila.
—Creo que iré a cambiarme, este suéter me está picando. —se quejó el moreno, mostrando su prenda de tartán a Sana, quien veía la tela de estambre ya un poco vieja, ella la conocía bastante bien, ya que en el cumpleaños dieciséis de TaeHyung, tanto JungKook como ella habían visto a la tía de TaeHyung regalarle esa genérica ropa.
—La vas a romper, seguro. —mencionó ella, y discutió un poco con TaeHyung ya que él dijo que saldría de la fila, que lo cubriera. Pero a este punto ella le dijo que era más fácil que él la cubriera a ella, por su estatura. Le llevaba casi ocho centímetros, pero a Sana muchas veces le gustaba llevar plataformas en su calzado.
—Ay, solo unos segundos, en lo que me quito esto... —sin decir nada más desapareció cuando Sana se distrajo con las chicas de la otra fila.
Inmediatamente vio la ausencia de TaeHyung suspiró, esperaba que sus compañeros no hicieran sus características competencias, sino llegaría el turno de TaeHyung con prontitud y su ausencia se haría presente.
Escuchó unas exclamaciones de sus compañeros y observó como Chunga, una compañera de intercambio que había embelesado a todos los estudiantes varones, se quitaba de una forma casual su blusa deportiva, para dar vista a su pálida piel y buen busto con un top deportivo.
Algunos no la voltearon a ver, obviamente metidos en otros asuntos más importantes, otros compañeros con discreción y unos pocos le ligaron en medio de clase. Sana observó todo con una mueca burlesca y permaneció viendo discretamente los ojos de la chica hasta que notó como esta miraba de reojo a JungKook.
Sana se enorgullecía, y a veces también se lamentaba, de ser la más observadora de sus amigos, ella percibía rápidamente las actitudes cotidianas de sus compañeros, y notaba patrones... en este caso, de su nueva compañera. Mostraba sus encantos e inmediatamente segundos después daba miradas concisas y rápidas a JungKook.
Muchas veces quiso reír por el despistado JungKook, así como tantas veces desinteresado.
Justo ahora JungKook se veía las manos como si recientemente las estuviese conociendo, como si no hubiese en ese espacio nadie además de él.
Y Sana al ver esto volvieron a nacerle muchas ganas de reír y hasta lamentarse por las otras tantas chicas que no obtenían ni pizcas de la atención de JungKook, y es que podía asegurar que todas habían soñado al menos por una vez tener una mirada de parte de él, una pista que pudiese alimentar sus esperanzas y sus sensibles corazones.
Todas excepto ella, claro.
Y aunque fuese de forma diferente, ella era la mejor amiga de JungKook, nunca haría eso; amaba su amistad y no quería nada más.
Regresando al tema, JungKook, JungKook, JungKook... era aún difícil para ella decir cómo era JungKook, ya que desde que YoonGi se había ido había notado un gran cambio en él, nunca supo si fue por el pálido, aunque no lo creía, ya habían pasado tres años de lo ocurrido con YoonGi.
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Rechazado •°• KookGi •°•
FanficA JungKook le parece muy fácil rechazar confesiones hacia su persona, es sencillo ya que él nunca a sido rechazado, puesto que él nunca se ha confesado de forma romántica hacia alguien. No ha habido nadie en su corazón desde que conoció a YoonGi, p...