Cuatro días después
P.O.V. (T/N)____________
Beep, beep, beep...
Pauso la alarma del reloj de muñeca y miro satisfecha las plantas de fresa que hay a mis pies. Acabo de terminar mi turno en los campos de fresas del Campamento, y la verdad es que ha sido productivo.
Levanto la mirada y me encuentro con la luna llena iluminando todo el Campamento Mestizo. Vaya, ¿cuándo se ha hecho de noche? Me incorporo y recojo mis herramientas de jardinería.
—Hasta mañana –me despido de las plantas. Media docena de tallos se levantan y se agitan en señal de despedida mientras giro sobre mis talones y echo a andar rumbo a la cabaña 4.
Abro la puerta de la cabaña con cuidado de no hacer ruido y la cierro detrás de mí. Camino de puntillas entre las literas de mis hermanos, que ya duermen, y me detengo al llegar a la número 9, la de Blake.
Blake es mi nuevo hermanito. Llegó diez días antes de que yo volviera y fue la mejor sorpresa que me podría haber llevado a mi vuelta. El niño tiene unos 10 años y me costó un poco que me hablara con naturalidad ya que es muy tímido, pero ahora viene conmigo a todas partes y somos uña y carne. Sonrío con ternura al verlo dormir abrazado a su peluche, le arropo y le doy un beso en la frente.
Me meto en el baño, me cepillo los dientes y estoy a punto de ponerme el pijama cuando oigo un chasquido en la ventana de la puerta trasera. Me giro hacia el ruido y veo una grieta en el cristal y a Leo tapándose la boca con las manos y con los ojos muy abiertos. Voy hacia la puerta y la abro de un tirón.
—¿Se puede saber qué haces, Valdez? –le pregunto enfadada cerrando la puerta detrás de mí.
—Te juro que no era mi intención, he... he calculado mal la fuerza con la que tiraba la piedrecita –se disculpa Leo avergonzado– Lo siento mucho. Te juro que te la arreglaré.
—Además de eso, ¿te has vuelto loco? –susurro agarrándole del brazo y mirando alrededor– Ya ha pasado la hora, si nos ven las arpías...
Leo me guiña un ojo.
—No nos van a ver.
Antes de que le pueda preguntar nada, él señala a la escalera que lleva al tejado de hierba de mi cabaña y comienza a trepar.
—Estás loco –comento.
Para este punto Leo ya está subido al tercer escalón, pero se gira para volver a guiñarme el ojo.
—Y eso te encanta, ¿o me equivoco, plantita?
Sonrío mientras niego con la cabeza y trepo detrás de él. Para qué engañarnos, es una de las cosas que más me gustan de él.
Una vez arriba, Leo me tira del brazo hacia abajo hasta que quedo tumbada boca abajo sobre el césped del tejado mientras se lleva el dedo a los labios.
—Desde el suelo no se nos ve si estamos sentados –me explica en susurros.
Asiento y me acomodo sobre la hierba.
—Cuéntame, ¿a qué se debe esta visita nocturna? –le pregunto con una sonrisa.
—Bueno, quería hablar contigo a solas, pero últimamente Blake no te suelta ni para ir al baño así que lo tenía complicado –me echo a reír y Leo entrelaza nuestros dedos– Me pareció que era un buen momento para hablar.
—Viviendo al límite, ¿eh?
—Ya me conoces, Peligro es mi segundo nombre –le doy un codazo y Leo sonríe. Mira nuestras manos unidas y luego a mí, y su expresión pasa a reflejar preocupación– (T/N)____________, igual el resto no se han dado cuenta, pero a mí no me engañas. ¿Ha pasado algo?
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Just Like Fire [Leo Valdez y tú] TERMINADA✓
Fanfic(T/N)________ Brown descubre que es una semidiosa y por si fuera poco, que tiene una misión que cumplir, nada menos que salvar a una diosa de las garras de otra. Antes de enfrentarse a su destino, pasa unas semanas en el Campamento Mestizo, donde co...