Kim TaeHyung es el único heredero de la familia Kim al ser el hijo único. Sabe lo duro que es ser rey de Jeongyu un lugar muy escondido de Corea del Sur y dónde solo la realeza Kim puede vivir en el lugar. TaeHyung se ha negado varias veces a ser re...
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Mi madre me ayudaba hacer las maletas, estaba tan triste. Tenía demasiadas ganas de llorar, alejarme de mi familia era cuándo de pequeña me había perdido en el centro comercial.
Aún recuerdo a mi pequeñita yo corriendo por los pasillos llorando desesperadamente, las personas me veían con preocupación al ver a una pequeña de 6 años buscar a su madre.
Hasta que la voz de mi madre hizo eco en el largo pasillo, corrí hacía ella y me sostuvo en sus brazos, fue cómo me aferre demasiado en ella y desde ese momento tengo un apegó muy grande hacía mi madre.
Alejarme de mi papá, y de Jimin también era doloroso. Recuerdo las veces en las es que sentaba en el suelo ayudando a papá a crear sus nuevas cremas, o cuándo en familia veíamos películas todo el día. Voy a extrañar tanto esos buenos momentos.
─ Hija, ¿qué tanto piensas? ─ Preguntó mi madre cerrando la última maleta de cosas mías.
─ No me quiero ir, voy a extrañarlos mucho. ─ Baje mi mirada sintiendo las lágrimas saladas escurrir por mis mejillas.
─ Mi niña. Yo se que alejarte de tu familia sería difícil pero es momento que seas independiente, además se que serás una mujer fuerte. ─
No dije nada y simplemente me quedé mirando hacía el suelo, sentía los brazos de mi madre envolverme, su calidad me hacía sentir tan bien y sin duda el amor de una madre era algo que podría tranquilizarte en los peores momentos.
Bajé con mi madre junto a mis dos maletas, mi habitación quedado completamente vacía y solamente quedaron mis dibujos.
Mi padre y Jimin se acercaron abrazándome, mamá también se unió y fue cómo las lágrimas hicieron un sollozó más fuerte, mi linda y querida familia.
─ ¿Lista princesa Kim? ─ Dijo JungKook tomando mis maletas y caminando a la puerta de mi casa.
Miré a mi familia y mamá me sonrió levemente.
─ Te amamos hija, haremos lo posible para verte algunos días. Cuídate mucho y no olvides alimentarte bien. ─
Salí de mi casa mirando por última vez mi casa, la casa dónde de pequeña estuve y viví buenas aventuras. Subí al auto mientras miraba por la ventana a mi familia, los tres agitaron sus manos en forma de despedida.
Mis lágrimas no paraban y sentí mi corazón romperse.
Todo lo hacía por mantener a mi familia unida, aunque no esté con ellos.
