03 : When we were in a band

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The Rookies no fueron exitosos en ninguna medida típica. Nunca lograron conseguir un lugar destacado y su seguimiento en las redes sociales fue pésimo. La gente no podía reconocerlos.

—Oye amigo, ¿quién es el primer acto de esta noche?

—Ugh, creo que son The Rookies.

—Mierda, ¿en serio? Joder, no soporto a esos tipos.

—Literalmente es como, ¡elijan un género!

—¿Y esa mierda del baile? ¿Qué hay con eso?

—Todos son demasiado guapos... Es raro.

—Apuesto a que todos son un montón de hijos de papi.

—Son como si The Strokes tomaran psicodélicos en lugar de coca y trataran de ser una banda de chicos en lugar del próximo Velvet Underground.

Doyoung escuchó todo desde su asiento en el bar. Estaba hirviendo en silencio, tratando de no dejar que eso lo molestara. Ninguna de las críticas era nueva o particularmente perspicaz, pero aún así era irritante escucharlas, especialmente para alguien que siempre persiguió la perfección. Y además, tenían razón. ¿Qué estaban haciendo? Sus canciones eran una mezcla de pop y rock y hip-hop y baile y baladas y dios sabe qué más. ¿Eran como los sonidos de ollas y sartenes? Seguro que se sentía así a veces. Tenían dos vocalistas principales con formación clásica y un chico que a veces hacía danza contemporánea en el escenario.

The Rookies tenían seguidores pequeños, pero leales. No había un denominador común entre sus fanáticos, aparte de la temible devoción. Aparecieron en todos los espectáculos dónde tocaron The Rookies- sin importar cuán hilarantemente temprano fuera su tiempo establecido. Se quedaron para contarle a la banda lo geniales que eran y que no podían esperar a que "estallaran" algún día cercano. Algunos de ellos eran chicos cansados de la industria de la música, hartos de las bandas que copian y pegan, que acumulaban la mayoría del dinero. Algunas eran mujeres jóvenes, en su mayoría venían a adularlos- sobre todo a Taeyong y Jaehyun. Algunos eran drogadictos, que afirmaban que "nada hace que un viaje sea más viajado, hombre" que escuchar un set de Rookies.

Doyoung se preocupó por Taeyong. La mayoría de las veces pasaba toda la noche reescribiendo letras sin cesar o haciendo los ajustes más pequeños a las pistas instrumentales. Si Doyoung encontró molestas las críticas duras, Taeyong las encontró devastadoras. Doyoung le rogaría a Taeyong que dejara de buscar el nombre de la banda en Google o en las redes sociales, tratando de protegerlo de la angustia. Taeyong se tomó a pecho todos los comentarios negativos y se culpó a sí mismo por las fallas de la banda, a pesar de que no era más responsable que los demás. Doyoung no pudo evitar sentirse culpable- sabía que Taeyong no habría presionado más el asunto de la banda si Doyoung no hubiera estado de acuerdo. Sólo quería pasar más tiempo con su viejo amigo- no quería nada de esto. Se bebió el resto de su cerveza y fue a buscar a Taeyong.

Taeyong estaba afuera, fumando continuamente y temblando como una hoja.

—Hey —dijo Doyoung en voz baja—, ¿cuándo vas a dejar eso?

Taeyong miró el cigarrillo en su mano y suspiró— Lo sé, lo sé...

—Me preocupo por ti, ¿sabes? —dijo Doyoung, casi susurrando.

—Sé que lo haces —dijo Taeyong con una sonrisa—, siempre lo has hecho.

Doyoung sintió una inmensa oleada de calor en su pecho.

—No tenemos que continuar esta noche, siempre podemos decir 'a la mierda' y simplemente seguir adelante.

Taeyong exhaló una nube de humo y sacudió la cabeza.

𝗪𝗔𝗡𝗧, 𝗪𝗔𝗡𝗧 │ DOTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora