❦❧ Capítulo i;
"Agonía"Hoy quiero saborear mi dolor,
No pido compasión ni piedad.
La historia de este amor se escribió;
Para la eternidad.—El Triste, Roberto Cantoral García.
༺𓆩❦𓆪༻
Me encontraba acariciando la carta que había leído más veces de las que podía contar, lloraba desconsolada en silencio, abrazando mi dolor. No quería soltarlo porque eso significaba negar la existencia de la persona que más amo en la vida, y que, irónicamente, se había esfumado de mi vida por completo.
Apenas transcurrieron unas cuantas horas desde que el sepelio terminó pero aún sentía que vivía en un bucle de desvaríos, una pesadilla de esas en donde despiertas sudando y temblando por lo real que parecía, mas cuando pasa el tiempo te tranquilizas y descubres que solo fue un sueño, una confusión que desaparece tan pronto como despiertas.
Ojalá eso me estuviera pasando, ojalá esto no fuera más que un horrible sueño.
—Verito, por favor, sé que es difícil pero tienes que comer tan siquiera un bocado —escucho la voz de mi madre, ha entrado a mi cuarto.
Alzo la cabeza para mirarla con letargia.
Su rostro es igual al de una pintura renacentista agónica con una mueca dolorosa, ojos hinchados, cuerpo pavoroso y voz tintineante.
—No... —musité ronca, provocándole un quejido de dolor.
—Hija, te lo ruego —su tono era frágil, era mi madre. Me dolía verla así, pero mayor era mi suplicio.
Porque ella no me puede entender, porque mi padre estaba vivo. Y aunque sé que es muy egoísta de mi parte, mi cuerpo se llena de coraje al saber que tuve que pasar por esto. Que nunca podré tener un matrimonio lindo y duradero con el amor de mi vida como ella a pesar de que estuve tan, pero tan cerca...
—Por favor, vete —pido con temblor, tratando de contenerme y no explotar contra ella.
—Mi amor, ¿cómo me puedes pedir que te deje en un momento así? —pregunta desconcertada—. Una madre jamás abandonará a sus hijos no importa qué — dice como si fuera lo más evidente del mundo.
Detente, por favor.
—No puedes ayudarme —sentenció tajante.
—No me digas eso... —hace una pausa intentando encontrar las palabras para proseguir—. Sé que tal vez no pueda ayudarte, pero por lo menos puedo acompañarte en tu dolor.
Suficiente.
—Madre, no te lo voy a repetir de nuevo: vete por favor.
—Vero, no te alteres. Solo quiero apoyarte.
—¿Apoyarme?
—Sí hija, estoy aquí para ti.
—¿En serio crees que estar a lado de tu esposo es apoyarme?
—Verónica, ¿qué estás diciendo? —cuestionaba abrumada y compungida por su actuar—. ¡Es tu padre de quien hablas!
—Y tú marido, aquel del que no tienes la delicadeza de evitar presumirle en toda la cara a una prometida que acaba de perder a su futuro esposo —escupí ácida, rencorosa.
![](https://img.wattpad.com/cover/335726283-288-k582056.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Fábula de un amor infausto
Misterio / Suspenso[Saga obsesa sonata: amor y desgracia; Libro II] ❦❧Verónica descubre que su amado novio recién fallecido, Osvaldo, era un psicópata obsesionado con ella. Y para acabarla, su imagen comienza a revelársele en distintos lugares persiguiéndola como un...