❦❧Capítulo xiii;
"Infortunio"." Quiero ya no amarte y enterrar este dolor,
Quiero que mi corazón te olvide.Quiero ser como tú, quiero ser yo la fuerte,Solo te he pedido a cambio tu sinceridad.
Quiero que el amor por fin conteste;
¿Por qué siempre soy yo la de la mala suerte? "—La de la mala suerte; Jesse Eduardo Huerta Uecke & Tirzah Joy Huerta Uecke.
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Las clases habían terminado, como estudiantes de tercero de secundaria(1) no cabíamos de felicidad y la más emocionada por huir del salón era mi mejor amiga.
—¡Clarisa! —levanté la voz intentando en vano llamar su atención.
—¡Vero, verito, ven! —exclamaba corriendo a sus anchas.
Hice mi máximo esfuerzo para alcanzarla, aún así rivalizar con la energía infinita de mi amiga es una batalla perdida desde el inicio.
—Si nuestras mamás nos ven corriendo en falda, nos regañara —advertí entre jadeos por la actividad física.
—Eso sí nos ven —repuso divertida aminorando sus pasos hasta que logré llegar a su lado.
Torcí los labios disgustada mas accedí a tomar su mano cuando me la ofreció.
En lo que recobrara el oxígeno entramos a una de las fondas(3) de la familia de Clarisa la cual se encontraba a unas cuadras de la escuela, sus bisabuelos eran de un estado sureño y emigraron a la capital donde comenzaron vendiendo en las calles y poco a poco se fueron haciendo su fama de "rica comida costeña" al punto de expandir su negocio a tres fondas alrededor de la ciudad y próximamente cuatro.
Saludamos a los encargados y al reconocer a la nieta de los dueños en un dos por tres nos dirigieron a una bonita mesa y nos ofrecieron unas aguas frescas al igual que el menú del día.
Ah, vivir este tipo de privilegios aún si no es más que una pequeña fonda, sí que te sube el ego.
Luego de pedir nuestros alimentos comenzamos a platicar de cosas varías:
—Vero, ¿tienes a un chico que te guste? —indaga de repente agarrándome en la baba.
—¿Eh?
—Sí, desde Chuy en primero de primaria no me has contado de otro chico que te guste —comenta y los colores se me suben al rostro.
Jesús, o Chuy, fue un compañero cuando íbamos en la primaria; nos juntamos porque en el baile de primavera me emparejaron con él y no sé, nunca había experimentado esa clase de emociones hacia un niño que nomás atinaba a darle un zape cuando fallaba en los bailes y ser engorrosa con él.
Para mi fortuna él me seguía el juego, su sonrisa era muy linda, decía cosas divertidas y claro, a la primera que le conté sobre esta nueva experiencia fue a mi mejor amiga que al tiro comenzó bromear con ello en casa, con mis papás, lanzando indirectas frente a él al punto que en una kermés donde salimos sorteados para casarnos y ante tal presión mi cuerpecito reaccionó a llorar.
En días posteriores verlo a la cara se tornó incómodo, imposible y penoso; no culpaba a mi amiga porque sé que tuvo muy buenas intenciones además que compartió la vergüenza cuando a los dos segundos me acompañó en el mar de lágrimas.
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Fábula de un amor infausto
Misterio / Suspenso[Saga obsesa sonata: amor y desgracia; Libro II] ❦❧Verónica descubre que su amado novio recién fallecido, Osvaldo, era un psicópata obsesionado con ella. Y para acabarla, su imagen comienza a revelársele en distintos lugares persiguiéndola como un...