CAPÍTULO 2

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«Cariño, ¿qué buscas?»


🥀

Cuando ella tenía doce años soñaba con los bailes, la idea de que cuando fuera mayor y pudiera tener la oportunidad de ir a alguno de los eventos organizados le llenaba de mucha emoción, pues el anhelo de cumplir con la expectativa de que algún caballero del baile la mirara y le diera su corazón, fue algo que deseaba. Que equivocada estaba ella.
Conforme pasaron los años se dio cuenta que esto no era tan sencillo, y que probablemente tardaría demasiado en encontrar ese sueño de amor que creía de niña.

El amor que no es correspondido es aquel que más se aferra a tu corazón, por más que intentas arrancar ese sentimiento no se va. Y aunque doliera ver a esa persona enamorada de alguien más, no era suficiente para dejar de amarla.

Harriet miraba atenta a los hermanos Bridgerton, era obvio que tenían todas las miradas sobre ellos, la noticia de que Daphne Bridgerton era el diamante había ocasionado que todos los caballeros quisieran bailar con ella en esa noche, también no sé escapaba del cuchicheo de las jóvenes y madres que estaban con cierta envidia hacia la familia mencionada.

— Creo que todos querrán bailar con Daphne.— comentaba la pelirroja, mientras veíamos a los caballeros que se acercaban a los Bridgerton.

— Si estará muy solicitada, pero la veo difícil para ellos.— sonrió Harriet viendo a Anthony como alejaba a los hombres de su hermana.

— Ya lo creo, el vizconde se ve amenazante con ellos.

— Pobre de Daphne, ¿crees que deba ir y ayudarla?— pregunto la rubia mirando esta vez a su amiga pelirroja.

— Rescatala de su hermano por favor.— dijo divertida Penélope.

— Bien iré, nos vemos luego Pen. — se despidió Harriet a lo que la otra joven asintió sonriendo.

Se encamino a dónde se encontraban los hermanos Bridgerton, hablaban entre ellos, el primero que noto su presencia fue Benedict que había llegado poco antes que ella.

— Hola Harriet ¿qué tal tu noche?— le pregunto Benedict sonriendole cortésmente, ganándose la mirada de los otros dos Bridgerton.

— Acabo de llegar, pero va bien todo— sonrió mirando a su alrededor.— ¿Cómo estás Daph?

— Nerviosa, siento mis piernas como gelatina.

— Tu tranquila, verás que todo saldrá bien, no has bailado aún ¿por qué?

— Aún no ha llegado el caballero adecuado.— comento Anthony mirando despectivo a los que estaban rondando.

— Ay hermano, en ese caso solo bailaremos nosotros y Gabriel con Daphne, porque pides imposible.

— En eso tiene razón Benedict.— le dijo Harriet al mayor.

— Tu tampoco has bailado con nadie— le recordó Anthony a Harriet, ganándose una mala mirada de su parte.

— Pues ningún caballero me ha pedido bailar— dijo ella sarcásticamente.

— Yo te invitaría pero debo bailar con la Señorita Cowper, su madre me atrapó cuando venía llegando y no pude hacer nada.— comento Benedict haciendo un pequeño puchero de cansancio.

— Triste por ti hermano.— comento Daphne sarcástica, a lo cual rieron los cuatro.

— Si lastima, oye por cierto.— se acercó Harriet a Benedict para que solo pudieran escuchar ellos.— Págame.

Darling, love me. (A.B)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora