« Cariño, es difícil »
🥀
La mañana siguiente transcurrió rápido, Gabriel no había visto a Harriet en todo el día. Se fue desde muy temprano con la modista, su madrina y Daphne la iban a acompañar, para escoger los nuevos vestidos para las próximas festividades.Por su parte la joven Cavendish estaba sentada en uno de los sillones de la boutique junto a la joven Bridgerton mayor, Violet platicaba con Madame Delacroix sobre unas nuevas telas que le llegaron.
Daphne no prestaba mucha atención de absolutamente nada de lo que pasaba a su alrededor. De vez en cuando solo asentía con la cabeza para hacerle saber a su madre que estaba de acuerdo, pero su mente giraba entorno en otra cosa, más bien en un alguien.
Harriet se encontraba en algo parecido como la Daphne, tenía su mirada en uno de los estantes de libros de la modista, pero en realidad su mente también giraba en una persona.
Una con un gran anhelo y la otra con decepción.
Violet se percató de que la estaban ignorando.
— ¿Daphne?— llamó a su hija—¿Harriet?— llamó a su ahijada, ninguna de las dos respondía— ¡Niñas!— les hablo con más fuerza sin llegar a gritar.
Las dos voltearon rápido a dónde estaba parada de brazos cruzados la viuda vizcondesa, tenía una mala mirada, las dos se dedicaron una mirada antes de hablar.
— ¿Qué sucede madre?
— No me están prestando atención.
— Sí lo hacemos madrina, solo me quedé pensando en el vestido de color rosa palo que sugeriste— justifico su falta de atención.
Violet la miró sin creerle del todo.
— Madre, solo pensaba en que ponerme con el vestido de esta noche.
— Necesito que presten atención, a lo próxima vendrán solas y no las ayudaré— las regaño y volteo de nuevo con Madame Delacroix.
Harriet miro la expresión ida de la pobre Daphne— ¿Te sucede algo Daph?— ella negó con la cabeza sin mirarla— No creo algo te pasa, lo sé con solo ver tu expresión.
— ¿Acaso eres algún tipo de adivina?— le pregunto irónica girando su cuerpo para verla.
— Me dicen que a veces tengo el don de leer a la gente, en sí cobró por eso— respondió con diversión, eso hizo reír a la Bridgerton— Esa es la cara de alguien que está bien, pero tú no lo estás, habla.
Daphne suspiro cansada, pero necesitaba de alguien con quién hablar.
— Creí que un cierto caballero podría sentir algo por mí, que pediría mi mano, y se casaría conmigo...— la rubia asintió, medio entendiendo lo que decía su amiga—... pero no lo hizo, dijo que no debíamos frecuentarnos más y eso me dejó así.
— Estás enamorada de él— aseguró Cavendish.
— No es eso solo qué...
— Sólo que lo amas y ahora no sabes que hacer con esto.
— Eres adivina ¿verdad?— Harriet sonrió con diversión encogiéndose de hombros— Ahora ¿tú qué tienes?
— No te voy a decir que nada, porque eso sería mentir— Daphne enarco una ceja prestando más atención— Hay una persona de la cual he estado flechada desde hace...— no quiso decir desde la adolescencia—... hace un buen tiempo, nunca ha hecho nada por hacerme entender que me corresponde ni nada de eso, pero siento que algo cambio y eso es todo.
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Darling, love me. (A.B)
RomanceHarriet Cavendish era una joven que vivió prácticamente toda su adolescencia conviviendo con los Bridgerton. Sus padres eran grandes amigos de los vizcondes desde mucho antes de que su hermano y ella nacieran. Al morir sus padres, Violet Bridgerton...