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Aquella noche luego de volver no había sido fácil. Axl estaba obviamente preocupado por Steven, y a pesar de que trató y trató de exprimirle una palabra, el rubio no quiso hablar.

— ¡Steven, abre la puerta! ¡Necesitamos hablar! —Reclamó Axl golpeando la puerta luego de que el contrario se encerrara en su habitación con seguro.

El menor no respondió y se cubrió los oídos con ambas manos, resbalandose contra la puerta hasta quedar sentado en el suelo. Estaba harto del ruido, del escándalo. Apretó la mandíbula y los ojos también al tenerlos cerrados.

No fue hasta luego de unos diez o quince minutos que Axl se calmó. Pensó que a lo mejor su amigo no estaba listo todavía para hablar, así que lo dejó tranquilo por el momento. Le hablaría mejor en la mañana.

...

"2:00 am".

— ¡Mghm...! —Abrió de golpe sus azulejos ojos, permaneciendo recostado en la cama. Tenía una expresión de temor mientras miraba al techo y una mano tomaba las sábanas inconscientemente.

Steven se sentó despacio en la cama, frotándose uno de sus ojos gracias al cansancio. Había tenido una horrible pesadilla. Soñó con una silueta de color negro, la cual tenía un perturbador y desfigurado rostro que ni siquiera podía describir. No había un lugar específico, más que un fondo negro sin fin.

Aquella figura se acercaba a él desde lejos, rápido y más rápido. El pequeño no podía gritar ni moverse por más que quisiera. Solo podía estar ahí quieto, mirándolo asustado. Apenas la silueta estuvo al frente de él, Steven se esperaba lo peor. Cerró los ojos, preparado para lo que pasara.

Pero entonces, no fue hasta que sintió una caricia en su mejilla que lo hizo mirar una vez más. Era su querida madre, quien le sonreía con cariño, justo como antes. Tenía una soga amarrada en el cuello, y este último estaba algo torcido.

— Mamá... —Habló el rubio, impresionado de verla allí y asustado también de notar esa forma que tenía en su cuello.

— ¿Por qué lo hiciste, Steven?

— ¿Qué? —Preguntó extrañado.

— ¿Por qué me mataste? ¿Por qué lo hiciste? Yo te amaba.

— ¡Yo no lo hice, mamá! —Dijo alterado apenas escuchó tal cosa.

— Es tu culpa. Todo es tu culpa.

— M-Mamá, basta... Te extraño tanto desde que te fuiste... —Agachó la mirada, teniendo los ojos cristalizados. Luego miró como la mujer se elevó de golpe, dando el efecto de que la soga la estaba asfixiando—. N-No... ¡No, no! ¡Mamá! —Pero el problema era que por más que gritase, él no podía hacer nada.

Y ahí fue cuando había despertado, envuelto en pánico con sus alrededores. Estaba asustado, no solo debido al sueño, sino... Todo.

No había notado que tenía lágrimas en los ojos. Limpió unas cuantas con sus dedos y se abrazó a sí mismo en busca de protección.

— Esto no es real, esto no es real... —Se dijo tratando de conseguir tranquilidad, pero la verdad era que su respiración se estaba acelerando al igual que su corazón.

Comenzaba a entrar en pánico. Sabía que algo le iba a pasar, algo le iba a hacer daño. No estaba seguro en su habitación. No estaba seguro en ningún lugar.

Se levantó torpemente de la cama, tambaleándose un poco por la rapidez. Se tomó la cabeza y cerró con fuerza sus ojos, aun con lágrimas brotando fuera de ellos de manera inevitable.

Sintió una presencia más, pero reconocida esta vez. Con los ojos llorosos, miró a su preciado amigo allí, parándose al frente suyo.

— I-Izzy... —Dijo formando una sonrisa pequeña mientras lloraba, él era como su lugar seguro.

Pero no fue hasta segundos después que notó como Stradlin sostenía un cuchillo y su rostro se desfiguraba a uno parecido al de su pesadilla. Se aproximó y elevó el arma. A pesar de no haber sido algo real, Steven realmente pensó como si lo hubiera apuñalado.

Fue tanto el susto que un ruidoso grito salió de sus labios, lo suficiente como para despertar a Axl alarmado. El pelirrojo se dirigió lo más rápido posible a la habitación de Adler. Al ver que la puerta tenía seguro aun, no lo pensó dos veces y comenzó a patearla hasta lograr abrirla.

— ¿S-Steven? ¿Qué mierda te pasó? —Dijo preocupado y se dirigió a él para envolverlo en sus brazos.

— ¡Axl, sácame de aquí! Por favor, ¡No me siento seguro! —Gritaba, estando sofocado por el terror que lo invadía. Ver como Izzy realmente lo quería "matar".

— Iremos afuera. Por favor, c-cálmate. Vas a estar bien. —Lo tomó de la mano y lo llevó al patio de la casa.

Steven estaba perdiendo la cordura. Su enfermedad estaba empeorando. Axl lo había notado, pero no tanto como hasta ese momento, y estaba comenzando a asustarlo.

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⏰ Última actualización: Mar 14, 2023 ⏰

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