CAPÍTULO XXVIII

12.8K 1.2K 108
                                    

Queensland, Australia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Queensland, Australia.
Presente Día.

Morgan, Danielle y la pequeña Judy estaban muertos ahora. Habían sido días estresantes para todos, más para Elaine. Dante no terminaba de comprender como había sido capaz de matar de esa forma a su cuñada y sobrina. Nunca la había visto así, y estaba pensando seriamente en llevarla a un psiquiatra.

Tyler, Dominic y Dante abordaron el jet que los llevaría hacia Barcelona. Todos estaban cansados, habían viajado mucho y dormido poco. Los cambios de horario los estaban matando, vuelos de horas eternos y cambios radicales de clima estaban acabando con sus vidas.

Dante estaba nervioso al final de todo, el Griego seguía atacando sin previo aviso. La seguridad de las bases ya no era suficiente para evitar ataques, y esas eran malas noticias. Ahora, con Dominic cerca, debía aumentar la seguridad que los rodeaba y aunque nunca había sido fan de viajar con guardaespaldas, creía que era hora de comenzar a hacerlo.

—¿No crees que debimos traer a Elaine con nosotros? —Preguntó Dominic en un susurro mientras se acurrucaba entre los brazos de Dante. El azabache calló por unos momentos y suspiró.

—Ahora que lo dices, pienso que hubiese sido mejor... —Susurró—. Nunca había visto a Elaine tan demente. Sé que es una chica que no tiene miedo de jalar el gatillo, pero realmente me dejó frío el hecho de que matara a su sobrina y luego a su cuñada —Dominic asintió con la mirada perdida en su mano entrelazada con la de Dante.

—Pobre chica, se quedó completamente sola —Dante frunció el ceño y negó lentamente.

—No —Dijo con suavidad—. Nos tiene a nosotros. A mí, a Rachel, Dexter la adora y aunque sé que Tyler la tolera poco, la ha apoyado siempre —El rubio frunció los labios.

—¿Qué crees que hará ahora? —Preguntó y Dante se encogió en hombros.

—Ela es muy fuerte, sé que logrará superar esto. Pero también sé que tendrá una maldita sed de venganza que no la dejará vivir tranquila —El presidente frunció el ceño y tragó saliva.

—¿Contra quién? —Preguntó—. Ya mató a su esposa, pensé que con eso sería más que suficiente —Dante negó completamente seguro.

—Contra quien lo mató. A Danielle solamente la mató por capricho, no era necesario que se deshiciera de ella —Dominic frunció los labios.

—¿Sabes por qué la mató? —Preguntó. Dante suspiró.

—Porque tenía que ver con el Griego. A él es a quien va a querer matar, no será fácil olvidar que mató a su único hermano, al último lazo de sangre que le quedaba —Dominic hizo un puchero y guardó silencio.

Dante bajó la mirada hacia él, su vista estaba perdida, estaba tan callado. Parecía un pequeño niño asustado, y no era para menos. Toda su vida rodeado de personas tranquilas y ahora estaba metido en un mundo de armas, sangre y muerte.

PROFANO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora