;; Lección Dos.

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Lección Dos: ❝Aprender a guiarte de tus sentimientos.❞

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—¡Scourge, espera!

—¡No, no!

—¡Detente, Scourge!

Lo gritos resonaban en la residencia de la pareja. Un disturbio parecía ocurrir en ese hogar; objetos se escuchaban caer, al igual que varios elementos de cristal que caían estrepitosamente al suelo, formando un terrible ruido.

—¡No! ¡No puedes entrar ahí!

—¡Puedo y lo haré! —gritó con arrogancia, dirigiéndose hacia a la habitación.— Nadie me lo impedirá, ni...

El ebrio erizo no podía ni hablar, caminaba torpemente arrojando todas las cosas que habían a su alrededor con tal de llegar a la habitación de Miles.

—¡No! ¡No entrarás! —Tails, trataba de evitarlo, tenía miedo de que en ese estado en el que estaba Scourge, golpeara a Miles o le hiciese más daño.

Y, por supuesto, el verdoso no estaba feliz con eso, comenzando a destruir todo a su paso. Minutos después, el de púas color limón, logró empujar a Tails, quien se encontraba al frente evitando el paso del anti-heróe, y pasar hasta llegar a dónde estaba el zorro amarillo.

El borracho ojiazul sonrío de forma inconsiente al verlo y se dispuso a correr a su lado. Tails se levantó rápidamente y siguió los pasos del ladrón; sin embargo, la escena que se pintó a sus ojos no fue la que esperaba.

Scourge terminó por dormirse al pie de la cama, recostando su cabeza en el lecho dónde descansaba el vulpino, mientras sostenía la mano del cánido.

Eso lo dejo boquiabierto, y se conmovió un montón al verlos así... Quien lo diría... El más terco y obstinado ser estaba cambiando... De a poco, pero esto ya era un gran progreso.

(...)

La pareja del famosísimo Sonic se encontraba arreglando todo el desastre que ocasionó Scourge, más, este no estaba enfadado, lo cual era raro después de que sus cosas se encontrarán en el suelo.

—¡Hola...! —el héroe de la ciudad por fin apareció, y cuando estaba por ir a abrazar a su tierno novio, se dió cuenta del caos y se preocupo.— ¡Tails! ¿Que diablos sucedió? ¿Estás bien? ¿Necesitas algo? ¿Te lastimaste? ¿Dónde? ¿Cuando?

Algo sobreprotector, corrió para alzar al kitsuné como si tratase de una princesa, abrazándolo con fuerza, más no lo suficiente como para que le doliera.

Tails rió y aprovecho ese momento para corresponder la acción del mayor, mientras hundía sus suaves bigotes en el pecho del azulado.

Eso fue suficiente para calmar al alterado erizo. Sonic bajó a Tails y le pregunto, ya más tranquilo, que era lo que había pasado. El zorrito con una gran sonrisa sobre su rostro explico todo, hasta la hermosa escena que por suerte fue capaz de presenciar.

—¿En serio? —dijo después de escuchar el relato del más bajo, al cabo que, lo ayudaba a recojer todo el lío.

—¡Si! —contento contesto—Es un progreso ¿no te parece?

➛Es Cuestión De Aprendizaje. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora