;; Lección Siete + Consejo

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❝Leccion Siete: Aprender a comprender❞

❝ Consejo: ¡Poner en práctica todo lo aprendido puede ser de ayuda para alcanzar más rápido tu objetivo! ❞

Scourge se encontraba hecho un manojo de nervios y ansiedad en el sillón de la sala de estar. Su pierna se movía desesperadamente contra el suelo y sus uñas afiladas que rompieron los guantes debido a la fuerza que usaba, se estaban incrustando en  su cabeza, lastimándolo.

Pero eso no parecía importarle. Nada ahora parecía más importante que Miles.

—Ten. —le ofreció Sonic una taza que contenía una bebida caliente dentro. Lo supuso debido al humo que salía de la misma.

Lo recibió y tomo un sorbo, quemándose al simple toque con su lengua.

—Mierda. —maldijo, pero volvió a tomar luego de soplar como era adecuado, dándose cuenta de que el sabor —exceptuando el frescor delicioso de la lima— indicaba que era una especie de té, que le regaló una sensación reconfortante, ayudándolo a aliviar su angustia.

Suspiró y se recostó sobre el espaldar de la silla, mientras seguía bebiendo de su té.

—¿Mejor? —preguntó, recibiendo por respuesta un gruñido, lo que le provocó una risita— Supongo que sí.

—¿Cuanto tiempo van a estar allí? —cuestionó, serio, fijando su mirada en el azul.

—No deben de tardar. No te preocupes, va a estar bien. —trato de tranquilizarlo.

—Nadie puede asegurarme eso. —refunfuño.

—Viste que se movió, ¿no? Eso es un gran avance.

—Pero entonces, ¿Por qué no despertó y ya? —replico con agresividad— Todo esto es una mierda...

—Es un proceso lento para algunas personas... —explicó— Puede demorarse, pero tenemos la certeza de que despertara debido a lo que viste. No morirá, Scourge. —concluyó.

—Mas le vale o si no voy y lo busco en el mismísimo infierno y lo mataré por atreverse a hacerme pasar por esto. —masculló, dejando en claro a Sonic que había dejado de preocuparse, gracias a que su altanería volvió como una muestra de que se encontraba bien.

—Que contradictorio. —opinó en voz baja y con una sonrisa burlona.

Se quedaron en silencio durante un rato; Sonic recogiendo un poco de desorden que habían dejado por el afán de cierto erizo en llamar con rapidez al doctor y el de ellos mismos por atenderlo. Scourge, por su parte, terminaba su té tibio, sintiéndose extrañamente relajado.

No se lo diría a nadie, pero esa cosa se había vuelto su bebida favorita.

No obstante, un estruendo irrumpió la tranquilidad de ambos erizos, quienes alertas por el ruidaje, corrieron escaleras arriba para asegurarse de que nada malo les pasaba a los zorros.

Otra sorpresa fue que se llevaron los dos al ver cómo ese ser que permaneció inmóvil más de tres semanas, estaba como si nada alegando encima de la cama y gritando a diestra y a siniestra.

—¡¿Dónde carajos estoy!? —repitió, irritado.

—Miles, tranquilízate, no puedes exigir tanto a tu cuerpo...

➛Es Cuestión De Aprendizaje. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora