2. Yo me quedo con mi príncipe - ZeeNuNew Historia Corta Terminada

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A la mañana siguiente, NuNew fue a la Universidad y directamente entró a la oficina de la directora para intentar cambiar su lugar de prácticas.

……—lo siento pero a estas alturas no podemos asignarte a otro lugar, lo siento. Todos los que disponemos están asignados, tus compañeros no han tenido queja.

—Está bien, gracias señora

El chico salió muy desilusionado, la verdad era que tenía la esperanza de que alguien también quisiese cambiar el lugar de las prácticas y no quería volver al bufete, estaba muy avergonzado.

—¿Has conseguido algo cariño?

—No mamá, al parecer no pueden asignarme otro lugar, tendré que seguir ahí.

—Tranquilo hijo, seguro que tu jefe lo entenderá si le explicas—dijo su madre sin saber muy bien los motivos que su hijo tenía para no querer volver a Pruk & Saran

—Si mamá, claro...tengo que dejarte, chao te quiero—dijo el becario para no preocuparla más pues sabía de sobra que le esperaba una bronca de Zee y quizás incluso durante la mañana, éste llamaría a la Universidad para quejarse por su falta de profesionalidad, pues lo había dejado colgado con el trabajo.

(....)

A las nueve en punto, tanto los abogados como Sam llegaron al trabajo para comenzar la jornada, sin saber nada del becario, sobre todo Saran pues todo había ocurrido mientras él estaba de viaje.

...—¿Así que esa preciosidad, ha levantado el vuelo?— preguntó resignado

Zee lo miró molesto, mientras se sentaba en su silla del despacho.

—Pero...¿qué ocurrió?, no entiendo que se fuese así sin más. No le regañarías innecesariamente, ¿verdad amigo?

—No le dije nada... él al parecer no se sentía bien—dijo el abogado mirando unos papeles y fingiendo no preocuparse.

—Supongo que llamará para decirnos algo. Si está enfermo o si no está contento por algo—dijo Max, mientras hacía una mueca mirando a su socio.

—Si supongo—dijo Zee sintiendo un dolor en el pecho, ya que si el chico no volvía, sabría que era porque lo odiaba y estaba realmente dolido

El socio intuía que su amigo no estaba siendo sincero del todo, éste estaba muy nervioso, muy pensativo y sobre todo estaba decaído, cuando él era un hombre feliz y bastante tranquilo, sobre todo cuando su novia estaba cerca.

—Por cierto, ¿qué tal con Janis?....¿Ha venido cariñosa de su viaje?—dijo alzando las cejas.

—Emm...s-si... claro.

Máx resopló y se sentó en una de las sillas frente a su amigo.

—A ver...¿qué es lo que pasa?, te conozco y se que te preocupa algo. ¿Has vuelto a discutir con ella verdad?

Zee intentó disimular pero cada vez estaba más nervioso y hasta balbuceaba palabras sin sentido para su amigo.

—No...emm si...no sé...emm...puede que esté enfadada....o yo este loco...no podía...ella no se lo merece...soy un estu-estúpido.

De repente Max se levantó y cerró la puerta del despacho volviendo a la silla.

—A ver suéltalo, ¿que es lo que te pasa?...te conozco. Se que te preocupa algo amigo y quiero ayudarte. Sabes que puedes contarme lo que sea, yo no voy a juzgarte, eres mi hermano.

Entonces Zee suspiró y asintió mientras soltaba los papeles y se recostaba en el respaldo de su silla.

— Sí, tienes toda la razón. Hay algo que me preocupa y no sé qué hacer. Quizás me esté volviendo loco o simplemente sea un completo idiota pero ayer cuando Janis estuvo aquí no fui capaz.

—¿No fuiste capaz de qué?— pregunto Max ante el silencio de su amigo.

—Bueno tú ya sabes, capaz de...— Zee hizo un gesto con la mano pues no quería ser tan explícito.

—¿El qué no fuiste capaz?, ¿De tirártela, es eso?

Pruk resopló resignado pues su amigo no tenía remedio, era negado para la sutileza.

—No, no pude hacerle el amor. Y no lo entiendo, me encanta su cuerpo, siempre me ha encendido pasionalmente, pero ayer... cuando es-estábamos aquí, besándonos, todo iba genial. Entonces yo le quité la ropa y luego me quité la mía, pero cuando quise, ir más allá, ésta no respondió y Janis se fue furiosa—dijo el abogado señalando su entrepierna.

Max intentó no reírse aunque tuvo que hacer un gran esfuerzo por lograrlo.

—A ver, pero hombre eso no es tan grave. A todos os ha ocurrido alguna vez, puede que estés muy estresado por el trabajo, no te preocupes hombre.

—No, no es eso...estoy muy confuso y siento que me estoy comportando como un miserable.

—¿Confuso en que sentido?, ¿acaso todo esto es porque ya no la amas?

Zee lo miró fijamente y resopló.

—No tengo ni idea de lo que siento, estoy mal y hecho un verdadero lío, amigo.

—Oh vaya... esto es más grave de lo que creía—dijo Max frotando su cara entre las manos en señal de preocupación.

El abogado entonces empezó a tener una intuición, sospechando que la repentina ausencia del becario, tenía algo que ver con la crisis que estaba sufriendo su amigo.

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