Rumores | Rayanna

4

El pelinegro se acercó a una moto negra con detalles de lo que parecían ser llamas, subiendo a ella le extendió un casco a la rubia.

⸺¿A dónde iremos? ⸺Le preguntó. Necesitaba asegurarse de que no terminarían en un motel de mala muerte.

⸺A decir verdad, no estoy seguro, ¿ideas? ⸺¿Acaso estaba mintiendo?

⸺Son las tres de la mañana, no hay muchos lugares a los que podamos ir. ⸺Anna habló antes de siquiera poder procesar lo que había dicho. El pelinegro la miró con algo de duda.

⸺Ven, creo que ya se a dónde ir. ⸺Se monto en la moto y le hizo una señal a la rubia para que lo imitara.

Sus piernas flaquearon ante esa mirada coqueta sobre ella.

Anna insegura de dónde poner sus manos, decidió colocarlas a los lados de los asientos.

⸺Abraza mi espalda, así irás más segura. ⸺Le indicó, la rubia entrecerró los ojos. Sabía que era un coqueteo, así que sin más abrazo fuertemente la espalda del rebelde.

Antes de arrancar la moto, Anna pudo ver cómo desde la casa varias cuchicheaban sobre quién era esa rubia y porqué se estaba yendo con Ray Grace Field. Sonrió para sus adentros, su plan iba a la perfección.

Después de varios kilómetros por fin Anna había descubierto hacia donde se dirigían, la playa de Grand Valley se veía hermosa bajo la luz de la luna. Estacionando la moto, Ray bajó de ella y ayudó a la otra a bajar.

⸺Ven, vamos a caminar. ⸺Le extendió la mano y sin pensarlo dos veces la tomó, entrelazando sus dedos.

Las olas del mar emitían un sonido relajante que era únicamente interrumpido por el sonido de sus pasos. La mano de Ray era cálida, su agarre era firme y podía sentir la callosidad en esta a causa del ejercicio y trabajo.

⸺¿Cómo fue que diste con la fiesta? Pensé que era para los alumnos del instituto, yo nunca te he visto ahí y además habías oído de mi. ⸺ Comentó casualmente el pelinegro.

Anna sintió la sangre bajar a sus pies, sonriendo levemente decidió seguir jugando a ser Lissa.

⸺Me invito una amiga, dijo que sería una buena fiesta pero al final me dejo plantada. Y he oído de ti a causa de ella, eso es todo. ⸺Ray hizo un sonido de reconocimiento ante esa respuesta.

Se sentaron en la arena y charlaron un rato más sobre todo y nada a la vez, mirando la luna y las estrellas Anna se sentía en un sueño.

Era la mejor noche de su vida, y, sí pudiera congelar el tiempo lo haría para tomar una foto y capturar el momento para siempre.

Miró a su lado para encontrar la mirada de Ray concentrada en el mar, sus ojos verdes oliva emitían un brillo diferente, una leve sonrisa adornaba sus labios, la leve brisa movía su cabello desarreglado.

Anna sintió que ya no había marcha atrás, se había enamorado de Ray Grace Field y este solo le iba a usar. Suspiró.

⸺Todos van a hablar de nosotros el lunes, lo sabes ¿No? ⸺Le comentó el pelinegro. Anna sabía con exactitud lo que iba a pasar, pero en este punto le daba igual. Estaba cumpliendo su sueño y eso era suficiente para ella.

⸺¿Por qué? ⸺Ella trago con dificultad. Quería ver que tan sincero podía ser el pelinegro.

⸺Porque usualmente me llevo a la cama al que o la que sale de la fiesta conmigo. ⸺Y ahí estaba, le había dicho lo que ella ya sabía.

Sus mejillas ardieron y sus ganas de regresar a su casa aparecieron repentinamente.

⸺¿Eso significa que también quieres llevarme a la cama? ⸺Pero tan rápido como aparecieron se esfumaron.

⸺Sí tú quieres, pero a decir verdad estoy comodo así. ⸺¿Qué?

⸺¿Porqué? ⸺Y era verdad, estaba demasiado confundida.

⸺Porque me agradas y eso ya es bastante decir, no quisiera tener solo un acoston contigo.⸺Si alguien le hubiera dicho a Anna que Ray Grace Field le diría eso en la madrugada después de una fiesta tras tomar varias cervezas y un poco de vino juntos, fumar y finalmente ir en moto con él a la playa, hubiera tomado por loca a esa persona. Pero, oh por dios, esto estaba pasando.

El pelinegro encendió otro cigarro, extendió uno a Anna quien lo tomó rápidamente, no le había gustado el sabor pero necesitaba algo para calmar la revolución que estaba sucediendo en su interior.

Su rostro estaba levemente ruborizado e intentaba ocultarlo en sus piernas.

⸺Vaya, me siento algo especial gracias. ⸺Y era cierto, tal vez debía conformarse con ser amiga de Ray.

⸺Ya sé a quién me recuerdas. Eres Annalissa Glory Bell. ⸺El de ojos verde oliva afirmó.

Anna nunca había maldecido en su vida.

Mierda.