Rumores | Rayanna

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Anna Glory Belle, ha escuchado toda clase de rumores de el, de Ray Grace Field. Todos en el instituto saben quién es.

Desde su desarreglado cabello negro cubriendo la mitad de su rostro, sus fieros ojos verde oliva, su mandíbula bien definida y su intelecto hasta su temperamento irascible junto a una reputación de "bad boy" que hacía que todas las chicas y algunos chicos de la escuela babearan por el.

Anna era una de ellos.

Conocido por ser un playboy que solo conseguía parejas de una sola noche, en todas las fiestas se especulaba sobre quien sería la afortunada o el afortunado que sería acompañado por Ray, dado que no era secreto que el rebelde de la escuela era bisexual, todas sus parejas eran conocidas por ser extremadamente atractivas.

Desde Paula Wiley hasta Emma Fuller ojos verdes y cuerpos esbeltos, o Hayato Keller y Norman Ratri, con sus bellas facciones.

Anna, con sus ojos celestes y su cabello rubio peinado prolijamente en dos trenzas lada a lado no representaba nada en los gustos de aquel, con lo que se conformaba con mirarle a la distancia. Después de cada fiesta ella escucharía quien fue la afortunada en pasearse de la mano de el pelinegro y después estaría deseando ser ella.

Ademas, la reputación de Ray se extendía hasta las afueras de la escuela, donde algunos padres les advertían a sus hijos sobre no caer en las garras de ese delincuente. Su padre era uno de los que le advertía a su hija de alejarse de el porque "las malas compañías te echan a perder."

Anna, en vez de sentirse intimidada con dichos rumores y advertencias, se sentía cada vez más irremediablemente atraída por el rebelde de cabello negro. Mirándolo a distancia no podía dejar de pensar en como sería la sensación de esos fuertes brazos sosteniéndola de las caderas, o como se escucharía su voz hablándole en el oído.

Su amigo, Nat, le había intentado convencer de dejar su enamoramiento imposible con el y fijarse en alguien diferente, sin embargo, ella había echo oídos sordos ante los reclamos. El pelirrojo a regañadientes le había dejado en paz y aunque se sentía mal por ignorar cruelmente a su mejor amigo desde la infancia, ella simplemente estaba fascinada con aquel rebelde ser.

Estaba obsesionada con llamar la atención de aquel chico, necesitaba convertirse en alguien digna de la atención de Ray, y no dudaba en lograrlo. Tenía que hacer que el cayera ante ella. Sí sería algo que solo podría disfrutar una vez haría que valiera la pena.

Había decidido que el primer paso para llamar su atención sería romper todos aquellos estereotipos que se habían construido a su alrededor.

Porque si bien Ray Grace Field era el chico malo del instituto, ella era todo lo contrario, estudiante destacada y la favorita de los maestros, todo el mundo le consideraban demasiado buena como para acercarse a alguien con la reputación del pelinegro.

Para eso había pensado en un sencillo plan de tres pasos.

1. Cambiar su imagen, estaba consciente que con su vestido azul celeste de falda por abajo de sus rodillas y su chaleco de cuadros por encima de este contribuían completamente a ser algo no grato a la vista.

2. Llamar la atención de aquel rebelde sería la parte más difícil, lo más lógico sería intentar acercarse a él durante una fiesta o de lo contrario, hacerlo durante las clases. Pero esto implicaría hacer que sus notas bajaran.

3. Hacer que le diera un beso. Si Ray Grace Field le besaba se acostará con ella sin importar que solo sea una aventura de una noche.

Al final de cuentas ella también quería eso y su futuro corazón roto no iba a impedírselo.