TAEHYUNG.No quería levantarme hoy. Mi alarma no paraba de sonar y yo ni si quiera quería darme la vuelta para apagarla. Me animé y finalmente me di la vuelta para apagarla. De fondo escuché el ruido de una ducha, que seguramente, fuera Minjae.
Espera...
No recuerdo el haberme quedado dormido en mi dormitorio. ¿Entonces?
Abro los ojos de golpe y reconozco a la perfección esta habitación. La habitación de Jungkook. Suspiro mientras una sonrisa sale de mi boca.
Ha pasado un largo tiempo desde la primera cita que tuvimos en aquel restaurante y donde han habido más citas de por medio cuando nuestros horarios lo permitían. Fuimos a un parque de atracciones, a un cine y a ver el partido de los bruins con Jimin y Yoongi (más bien eso fue una doble cita), pero la mayoría del tiempo la pasábamos juntos en la casa de los chicos, concretamente en la habitación de Jungkook.
En muchas ocasiones (como hoy), me quedaba a dormir en su casa, han habido dos veces que él se quedó en mi dormitorio (eso cuando Minjae me avisaba que no volvería hasta mañana en la tarde) y todo... iba bastante bien.
¿Sabéis lo que iba bastante bien?
El sexo.
¡Oh Dios mío! A partir de la segunda cita ya no podíamos sostener más esta tensión sexual y tengo que decir que somos altamente activos en el sexo. Y desde luego, Jungkook no era el típico chico que le gustaba la privacidad, sea donde sea y cuando sea, pero ¿como negarme?
Vale. Esta bien. Admito que últimamente estoy algo caliente y no puedo parar, pero ¡mirarlo! ¡Como para no estarlo!
Mis pensamientos se interrumpen cuando veo un fornido cuerpo salir del baño y arropando sus partes íntimas con una toalla que llegaba hasta un poco más abajo de las rodillas. Lo observé de arriba abajo. ¡Jesús! Más bien me lo comí con la mirada. Suspiré mientras caminaba hacia a mí y me dejó un beso en los labios. ¿Ya os he dicho que acostumbramos los besos a nuestra rutina del día?
Mientras me besaba apoyado en la cama casi poniéndose encima de mi, apoyó su otra mano en mi cintura. Si, la mano que al fin se curó por completo. Y me llamaréis necesitado, pero pude sentir como mi entrada palpitó. Os juro que soy ateo pero... ¡Jesús! (por segunda vez) este hombre besa como un dios.
Tuve que parar todo porque sino nos veríamos envueltos en las sábanas y llegaríamos tarde a clase. Me separé de él.
—¿Tienes entrenamiento hoy?— asintió con la cabeza.— ¿Crees que podamos vernos después del entrenamiento?
—Seguro, cariño.
Efectivamente. Al acostumbrarnos a los besos, Jungkook también se acostumbró a los apodos.
—¿Estas seguro de que no quieres venir a la fiesta?
—No puedo, Kook. Sabes que voy fatal en comunicaciones y necesito aprobar este examen como sea.
—Jimin dice que no es tan difícil.
—A él se le da bien, a mi no.— le di despacio con mi puño en su hombro. Sabía que quería burlarse de mí.
Ambos reímos.
—Acabo a las seis, podemos cenar juntos y luego te dejo estudiar. A no ser que quieras que me quede.— me miró con picardía.
Sabía a lo que se refería así que tomé un cojín de la cama y se lo estampé en un costado de la cara.
—Si te quedas nos pasaremos toda la noche follando. Tú no irías a la fiesta y yo no estudiaría.
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Cambiando el juego | kooktae
FanfictionLa vida de Taehyung se convirtió en un verdadero desastre cuando sus padres decidieron separarse y decidió irse con su madre a Nevada. Pronto comenzaría a estudiar en Boston donde conoció a Jeon Jungkook, una belleza del hockey sobre hielo para much...