Parte 2

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"Casa patas arriba."

Pasaron ocho días y ya era lunes de nuevo, pinches vacaciones todas sin chiste, más aburridas que el canal de congreso.

Yuji tenía el chat con Megumi en whatsApp bien lleno de mensajes que ni siquiera se iban, ya hasta pensaba en perder la dignidad e irse a dar una vuelta por la feria donde trabajaba pero no quería hacerle ver lo desesperado que estaba.

Su casa en Lomas de Chapultepec ,de 1072 m2, dos plantas, cuatro baños, piscina con jardín, sala de juegos y diez habitaciones que ya lo tenía bien harto y sin nada qué hacer. Es que ¿Qué iba a hacer? ¿Echarse a la piscina por quinta vez en el día? ¿Jugar de nuevo toda la colección de juegos de play de su padrastro? ¿Scrollear en el catálogo de Netflix, Disney plus, HBO o Amazon Prime? ¿Hablar con su familia?

Se encaminó al cuarto de su hermana mayor pensando que quizás podrían perderse los dos en Interlomas. Pero buscó y buscó por toda la casa y no la encontró.

Se bajó a la sala dónde su otra hermana, aburrida igual que él, en pijama se aplastaba frente al sillón viendo la serie de Merlina por décima vez.

"Mimiko, ¿Sabes a dónde se metió Nanako?" Preguntó el chico confuso.

"Hace como tres días se fue con un tipo en un bocho destartalado. Desde ahí no la ví más." Le respondió sin apartar la vista de la pantalla.

"Entonces...¿Y Choso? Ya van a ser las tres y todavía no me ha dicho que baje a comer."

"Hace un rato se salió de la casa con una mochila. Dijo una mamada así de qué ya se nos acabó la chacha o no sé, ya sabes cómo es."

Yuji se encogió de hombros.

"Bueno, pero ¿Y papá? capaz y nos lleva a Carl's Jr."

"Yuji, ¿Sí notaste que la casa está bien callada hoy? ¿Por qué no te callas y me dejas seguir disfrutando del silencio?" Dijo su hermana ya sonando harta de él.

Ahora que lo mencionaba no había escuchado a sus papás no estaban peleando en los últimos días, pero era porque sencillamente no se habían visto. Su padrastro ya llevaba como tres o cuatro días en un viaje de negocios, mismos días que según su hermana, también llevaba extraviado el padre de ambos.

Nada raro la verdad para un señor mantenido de Las Lomas cuyas única preocupación era la declaración de impuestos ante el SAT.

Finalmente ya resignado se sentó al lado de su hermana en el sillón. Sin importarle mucho que le dijera que se largara. La chica desde que se vió la serie de Merlina cambió. Su pelo ya era morocho pero se lo tiñó todavía más oscuro, contrario a su otra hermana qué le chilló a su papá para decolorarse al rubio de Shakira, empezó a usar maquillaje más oscuro y de un tiempo para acá hasta más fría se había vuelto. Yuji quería convivir porque nadie tenía para hablar pero tras cinco minutos intentando hacerle charla a esa amargada, acabó echado de la sala.

Ya yendo a comerse un plato de Zucaritas en la cocina vió a Yuta por la ventana y aunque su papá no estaba si lo traía bien condicionado. No importaba si estuviese o no, igual el chico se veía atareado corriendo con las colchas en el tendedero.

De ahí, sí pensó hasta en llamar a su padrino, Nanami. Lo quería mucho y cada que se veían parecía querer estar al pendiente de lo que el chico había hecho. Pero el problema es que era un adulto funcional que estaba todo el día jalando

En su celular tenía un par de WhatsApp con su padrino, pero nada relevante, solo se habían preguntado si ya habían comido y le enviaba un fuerte abrazo.El mensaje llegó a las 11:05 de la mañana.

A MÍ NO ME IMPORTA QUE USTED SEA MAYOR QUE YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora