A TRAVÉS DEL TIEMPO

44. DEMASIADO BUENO PARA SER VERDAD

Fue un viaje largo que duro alrededor de una semana y tres dias a caballo para llegar al palacio de la capital, las esclavas no se esperaron que este palacio fuera cuatro veces más grande y hermoso que el del extinto imperio Ghalán.

Todas ellas fueron puestas en los aposentos del anterior harén, fueron bañadas y cambiadas con ropa de sirvientas de color blanco con rojo, en total eran quince esclavas ocho betas y siete omegas, entre ellas estaba Tsuyu que estaba más que feliz por poder venir al imperio del enigma.

- Ahora todas son parte del imperio Rubī, por lo que deberán seguir las reglas que se rigen aquí, una de ellas es que... si no eres sirviente de su majestad tienen prohibido ir a sus aposentos, caso contrario serán castigadas severamente - dijo Afhife que fue la encargada en recibirlas e inspeccionadas en caso de que hicieran algún inconveniente por haber sido entregadas como esclavas, aquella advertencia hizo que las nuevas temblaron por eso - Ustedes vivirán y comerán bien, siempre y cuando sean honestas y trabajen eficientemente

- Disculpe puedo hacer una pregunta? - llamo una de ellas sin levantar la cabeza

- Si que deseas preguntar jovencita?....

- Nosotras somos esclavas o criadas?

- Bueno... eso dependerá de como trabajen a partir de ahora - Izuku no era de llamar esclavos a las personas pero si estas no conocían sus límites debia recalcar les su lugar

- Podremos ser parte del harén de su majestad? - pregunto otra a lo que la beta río divertida

- Eso no se los dire... pero ustedes mismas lo sabrán en cuando sea el momento - en eso una pequeña albina entró a los aposentos

- Señorita Afhife - dijo Eri acercandose a la beta, la niña usaba un fino vestido de color amarillo con moyos celestes - La princesa Akane me mando a preguntar donde están las telas que se usan para los bordados?

- Deacuerdo Eri-chan, ve y dile que iré enseguida - ella asintió sin notar a Tsuyu la cual la había reconocido y sorpendido de ver a la albina, sin más que decir la pequeña salio de ahí - Bueno Ustedes serán puestas a trabajar desde ahora... Izan Aghā - llamo a uno de los lacayos encargados de vigilar a las criadas, era un beta de pelo azul y ojos turquesa - Ire a ver las telas... tú ordenalas y que se pongan a trabajar lo más pronto posible... por cierto que si alguna es puesta a trabajar en los aposentos de la princesa de preferencia que sean betas ya que a ella no le gusta que hayan otros olores en su habitación - el nombrado asintió y ella salio tras la pequeña albina

Las esclavas empezaron a cuchichear por lo bajo por la presencia de la niña, mientras el beta que quedó a cargo las asignaba a trabajar en una parte del palcio.

- Crees que su majestad nos escoja para ser parte de su harén? - pregunto una de ellas con ilusión, aunque el enigma tenia una personalidad muy aterradora debían admitir que era muy apuesto y poderoso

- Depende de como llámemos su atención - dijo Tsuyu sonriendo ladinamente pues ella ya teia un plan el cual no fallaría y el enigma la tomaria como su esposa

- Ustedes dos quedarán a cargo de la limpieza de los pasillos del lado este del palacio - dijo el lacayo llamando la atención de ellas dos

- Ese pasillo es de los aposentos de su majestad? - pregunto la peliverde esperanzada

- Eso no te debe de importar, de igual forma el sultán jamas se interesara en ustedes por más bellas que sean... a el no le interesan las esclavas ni las omegas de bajo nivel como son ustedes - ellas lo miraron mal pero no dijeron nada, no se les apetecía recibir un castigo por mal comportamiento

Todas se fueron a trabajar bajo vigilancia de algunas criadas que trabajaban ahí.

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Mientras tanto en los aposentos de Akane, esta estaba reunida con Izuku, sus cinco hijos, Denki, Afhife, Sero y la tigresa.