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Era un sábado por la mañana en la Academia Kamome.
Cierto joven de cabello ligeramente azulado se encontraba en un aula, específicamente en la clase 2 de segundo de secundaria.
Tenía puestos unos auriculares, con los que escuchaba música mientras escribía en una pequeña libreta.
Tarareaba al ritmo de la canción, hacía tiempo que no la escuchaba, pero recordaba perfectamente la letra y el día en que se volvió su favorita.
FLASHBACK
Un joven de primero de secundaria se encontraba solo en un rincón del patio de la Academia, con un pequeño casete de color azul a su lado, que se encontraba reproduciendo música. Se encontraba leyendo un libro de astronomía, era algo que le apasionaba.
En ese momento se le acercó corriendo otro chico, mientras sonreía.
-¡Amane-kun! ¡Estás aquí!
El nombrado apartó la mirada del libro, quitando uno de los auriculares de su oreja, sonriendo a su vez.
-Géminis...
Este se sentó a su lado, mirando el libro que Amane sostenía en sus manos.
-¿De la tierra al infinito? Se nota que te encanta la astronomía, Amane-kun.
El azabache puso una mano en su nuca. Cerró el libro y lo puso a un lado, para mirar al contrario.
-La verdad es que sí... ¿Te imaginas poder llegar algún día a la luna? ¡Sería genial, ¿no crees?!
Géminis asintió con entusiasmo. Amane era su mejor amigo desde la primaria, tenían muchas cosas en común y se entendían muy bien.
-¿Qué escuchas?- preguntó, señalando el casete que Amane tenía a su lado.
-People are Strange- Respondió sonriente. Sabía que su amigo amaba The Doors, estaba seguro de que se iba a estar muy emocionado.
-¿La nueva de The Doors?- preguntó con los ojos brillantes de emoción. Había acertado.
Amane asintió con la cabeza.
-¿Puedo escucharla contigo?- preguntó Géminis.
-Pues claro- contestó el otro, tendiéndole el auricular que se había quitado un rato antes.
Géminis, emocionado, se lo puso en la oreja. El de ojos miel puso la canción desde el inicio.
Al momento comenzaron a sonar los primeros acordes de People are Strange.
