Caminando unos cuentos minutos después, al fin llegaron a la Academia de Arte, la entrada era como de un museo, la puerta de madera era grande y al pasar de ella, se sintió una frescura que de inmediato Leo respiro aliviado, a la distancia distinguió un grupo de chicos con unos folletos en las manos, Stella le señalo que fuera y se incorporará con sus nuevos compañeros. La chica se dio cuenta que estaría a salvo aquí, así que le dio su propio espacio para poder desenvolverse naturalmente, ella le señalo que estaría por ahí cerca, así que subió al tejado de la Academia mientras observaba a la distancia a su amigo y sus compañeros.
Eran exactamente las 16:00 hrs cuando aún seguía el tour por las aulas y auditorios, todos estaban tan entusiasmados, incluso les regalaron bolígrafos, libretas y agendas para animarlos a entrar a sus instalaciones.
Stella se encontraba bajo la sombra del tejado, en el piso más alto, de repente algo la hizo voltear rápidamente a sus espaldas, parece que se trataba de una presencia, pero desconocía si se trataba de algo amistoso o peligroso, ella como era una chica cuyo sentido la alarmo de más.
Belbirt: Nunca creí que alguien más estuviera rondando por estos lugares. —pronuncio una voz cerca de ella—
Stella: ¿Quién es? ¿Te diriges a mí? —la chica asombrada preguntó curiosa—
Belbirt: Supongo que eres foránea, no me imagino la clase de dolor que estas cargando como para que vengas a cuidar a un humano de los alrededores, puede que seas de los que vagan sin rumbo hasta que encuentran paz— replico la voz, sonaba hueca tal y como la de Stella, pero aun no se podía distinguir si se trataba de un fantasma antiguo o reciente, por sus palabras puede que se trate de alguien más antiguo que Stella.
Belbirt: Mi nombre es Belbirt, estoy aquí desde hace mucho tiempo, mi hogar son estas aulas de arriba, nunca he podido salir de este lugar desde que daba clases en vida.
Stella se volteo y por fin vislumbro una silueta de un fantasma azul, con un tono blanco tan familiar que parecía que ambos estuvieran en una situación muy similar.
Stella: Valla, no creí que hubiese mas fantasmas a parte de mi en 20 años que he sido fantasma, jamás me había topado con uno—la chica dijo asombrada, pero a la vez estaba interesada en aquel fantasma—
Belbirt: Yo he visto a lo largo de todo este tiempo algunos fantasmas, tal como usted señorita, pero en mi caso estoy atrapado en este lugar, tal vez sea debido a la muerte que tuve—contesto de forma educada, al ver que era una chica—
Belbirt tenia un aspecto muy similar al de la chica, excepto porque parecía mayor, eso se debe a que tal vez falleció con mayor edad a la de ella, parece que trae un traje de vestir con una corbata y boina de pintor, la chica lo observo detenidamente ya que jamás pensó encontrar a alguien en ese lugar, y menos que se tratara de un fantasma como ella, de inmediato se acerco y quiso charlar más con él, parecía que era alguien amistoso.
Stella: Vine con mi amigo, él quiere estudiar en estas instalaciones, le encantan las artes, pero siento que no puede cuidarse solo, aun es un poco despistado, casi lo atropellan de camino aquí y eso me trajo aquí.
Belbirt escuchaba atentamente la historia de la chica, mientras paseaba por el aula, flotaba de un lado a otro contemplando los cuadros guardados por años en un rincón.
Belbirt: ¿Sería tan malo si tu amigo se trasforma en fantasma?—replicó el fantasma mientras tenia la mirada puesta en un cuadro lleno de flores—
Stella quedo perpleja al escuchar esas palabras, y de inmediato contesto con una nueva pregunta
Stella: ¿A qué te refieres? — dijo extrañada y a la vez algo molesta.
Belbirt: Si, por lo que observo el es un chico especial para ti, mas de la cuenta, incluso me atrevería a decir que te has enamorado de un humano, si él es fantasma podrían acompañarse por la eternidad, no te tendrías que preocupar nunca más por él ya que no habría de que cuidarlo, es todo por tu beneficio querida—replico en forma neutra—
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Cuando La Curiosidad Toma La Forma De Fantasma Enamorada
Paranormal¿Has escuchado una leyenda? y si es así ¿Qué tanto tienen de verdad? En este Instituto hay un par de amigos que les encantan las historias de suspenso y al parecer están muy familiarizados con ello, especialmente Marián, una chica que le gusta hacer...
