11 ¿CUMPLIRAS MI DESEO?

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Stella regresó con Leo y no le dijo nada de lo ocurrido, jamás menciono a otro fantasma, pensaba que era demasiado para él, pues quien diría que saliera de su antiguo Instituto con una amiga fantasma para encontrarse en otro lugar a un profesor fantasma.

Leo: Fue increíble, este lugar es para mí, los maestros son muy atentos y conocí cada rincón de este lugar, a excepción de la bodega, dicen que es todo un desastre y que solo hay material antiguo sin valor. -contaba Leo a su amiga mientras ambos regresaban a casa-

Stella: ¿Sin valor? - dijo mientras en su rostro se observaba una mirada de decepción.

Leo: ¡Oye!, ahora que lo recuerdo ¿Qué es lo que querías decirme con tata prisa? -pregunto mientras llegaban a casa.

Stella: Ahh, bueno eso. Veras quería que tu fueras capaz de llevarme a una cita, así como si yo fuera tu novia. Suena algo extraño tal vez, pero quisiera poder estar en esa situación, aunque sea por una ocasión. - dijo en modo de proposición.

Leo: ¿Cita?, pero si siempre salimos a divertirnos, ayer mismo me acompañaste a jugar videojuegos con los chicos ¿Ya lo olvidaste? - respondió en tono extrañado mientras iba a la cocina, sus padres dejaron una nota, parecía que habían salido a casa de sus abuelos y volverán en un par de días.

Leo: ¿Qué pasa?, ohm mis padres salieron eso explica muchas cosas, con razón tantas veces sonó mi teléfono, voy a tener que regresarles la llamada Stella, dame unos minutos. - dijo mientras veía su celular y realizaba esa llamada a sus padres-

La chica por primera vez pensó que había sido muy honesta con su amigo, es como si él no prestara atención, así que decidió solo pedirle esa petición y que ya era suficiente para ambos, tal vez ella seguiría vagando por la eternidad mientras que su amigo seguiría disfrutando de la vida y de su nueva etapa en la Universidad.

Leo: Listo, ya todo quedo arreglado, mis padres ya se enteraron y me dicen que hay comida en la cocina para todo el fin de semana.

¿Me decías que quieres estar conmigo en una cita?, o sea eso que hacen los novios, como si tu y yo fuéramos pareja y estuviéramos en una relación de romance.

Stella: Así es, pero estoy empezando a pensar que es una mala ...

Leo: ¡Genial!, claro. Hay que salir tu y yo en una cita, así podré saber si tengo capacidad para ser un buen novio de verdad, no sabes lo mucho que quiero probar algo nuevo, y queda acorde a lo que estoy por iniciar...

Stella: Oh, no pensé que tu estuvieras tan emocionado, es solo que sabes Leo, a veces pienso que eres demasiado impetuoso y que no has tenido la experiencia suficiente como para saber detenerte a pensar cuidadosamente en las consecuencias que tendrán tus acciones, eso me pone algo inquieta...

Leo: ¿Qué dices?, Ohh, vamos. Saldremos en una cita y no vengas ahora con sermones.

A Stella se le pusieron los ojos de un color tan brillante y se logró ver una marcada sonrisa en su rostro pálido azulado de fantasma, que se imagino que estaba en una realidad distinta por varias ocasiones pregunto a su amigo si era en serio que le había emocionado la propuesta y el respondía de forma firme con un "si" rotundo.

Stella: ¿Sabes? Por un momento creí que no aceptarías.

Leo: ¿Por qué?- Dijo mientras tomaba una hogaza de pan y la ponía en su boca.

Stella: Por que, cuando estaba viva todos a mi alrededor eran tan malvados que me había acostumbrado a las negativas, burlas, enojos y olvidos. No creí que tu fueras la excepción.

Para ser franca, jamás había sentido la amistad, si lo que he experimentado contigo y tu entorno es lo que realmente se considera una buena y genuina amistad, me atrevo a decir que en vida jamás lo percibí.

Gracias por eso amigo, valoro realmente que seas una buena persona con alguien como yo, que ni siquiera tiene respiración o un cuerpo real.

Leo: ¿Te gustaría salir mañana conmigo querida Stella?. Replicó rápidamente.

Stella: Por supuesto que sí.- Respondió emocionada.

Ambos amigos comenzaron a actuar como si fueran pareja a partir de ese momento, Leo quería hacer que su amiga Stella tuviera una grata experiencia, y que se llevará algo lindo de esta Tierra, si es que algún día llegara a desaparecer.

Después de pasar unas horas mas charlando, Leo empezó a bostezar del cansancio de todo el día. Así que se cambio de ropa y le dio las buenas noches a su amiga, mientras se cubría con las sábanas.

Al instante de cerrar los ojos, dio un pestañeo y es como si estuviera en otro lugar, él estaba despierto en la avenida principal. Como si recreara el momento exacto cuando pasaba la bicicleta, pero el se notaba por fuera, es como si él caminara hacia el mismo queriendo advertirle del peligro.

Tanto era su afán de empujar al Leo distraído entre las multitudes, gritaba fuertemente "¡Muévete, viene una bicicleta directo hacia ti!". Acto seguido, se empujo a sí mismo haciendo que el Leo distraído cayera del lado de la banqueta.

En ese instante Leo abrió los ojos y sudaba frio.

Stella: ¿Leo? ¿Leoo? ¿Qué paso?

Leo estaba jadeando desesperadamente y observo a su amiga Stella asombrada a su lado.

Stella: ¿Estas bien?, es que estuviste por un par de horas aproximadamente moviéndote por toda la cama, es como si quisieras gritar, yo intenté moverte, pero no pude, lo cual no entiendo, ya antes te había tocado y fue justamente hoy al empujarte lejos de la bicicleta que estaba a punto de arrollarte.

Leo: No entiendo nada, soñé que yo me empujaba lejos de esa bicicleta. Es como si yo mismo me hubiera salvado.

Pasaron unos minutos antes de que Leo pudiera conciliar el sueño nuevamente, ya que no se sentía relajado ni un poco, y además el cansancio se estaba acumulando en su organismo conforme pasaban las horas.

Leo: ¿Stella, tu... no duermes cierto?. Dijo dudoso.

Stella: No, Leo. Yo no duermo, siempre estoy despierta, es como si rondara por aquí, no siento cansancio, sueño, hambre, dolor. Lo que si siento es alegría, entusiasmo y sorpresa. Es muy extraño hasta para mí. No podría explicar las razones con certeza.- Respondió mientras seguía a lado de su amigo.

Leo: mmm ya veo. ¿Por qué pudiste tocarme antes? Digo, para salvarme de ese accidente.

Stella: No lo sé, supongo que no quería que murieras, y eso fue lo que detono en mi una fuerza muy grande, algo que ni yo conocía que fuera capaz de hacer.

Leo: Con que ¿No querías que muriera? Cierto, pude haber muerto en ese instante, pero ese me hubiese convertido en fantasma como tú, y entonces estaríamos juntos por la eternidad rondando... ¿no es así?

Stella: Supongo, pero lo dices de broma, aunque no es nada divertido, no sabes lo que daría por haber continuado mi vida. Hubiese hecho muchas cosas, hubiese sentido y experimentado tal cual lo haces tu.

No era justo, el morir de un accidente, en especial cuando son descuidos o existen malas intenciones de por medio, es algo espantoso. Y quizá el motivo principal de porque sigo aquí, sin poder encontrar el descanso real.

Leo por fin estaba encontrando nuevamente el sueño que tanto le hacía falta y por fin cerro los ojos al escuchar a su amiga a la distancia, hasta que dejo de oír su voz... se sumergió en un cálido y hermoso sueño, después de todo al fin lo había alcanzado la fatiga.

Cuando La Curiosidad Toma La Forma De Fantasma EnamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora