-Papá... ¿Por qué no podemos quedarnos más tiempo?- mi padre y yo habíamos bajado en aquel ascensor hacia Hotland, y ahora nos encontrábamos dentro del bote que previamente nos había traído. -Pensé que nos quedaríamos más tiempo-.
-LO SÉ HIJO, Y LAMENTO SI NOS TENEMOS QUE IR...ES SOLO QUE...NO PODEMOS QUEDARNOS, EN ESPECIAL POR QUE DENTRO DE UN RATO SERÁN LAS 6, Y SI TARDAMOS MÁS TIEMPO, NO PODREMOS VOLVER A CASA- Papá estaba remando, hasta que llegamos a Snowdin, bajamos del bote, la niebla como siempre estaba presente, la luz de las piedras luminosas del techo del lugar disminuía. -PERO SIN DUDA EL DÍA QUE MENOS TE LO ESPERES...TE LLEVARÉ-.
Sabía que estábamos a unos pasos de llegar a casa, hasta que estábamos ahí, entramos a la casa, Sans estaba sentado en el sillón, aunque con un libro en la cara y parecía estar roncando.
-SANS, YA LLEGAMOS- Ante el comentario los ronquidos cesaron y lentamente se quitó el libro de la cara, para vernos bastante feliz, aunque se veía algo cansado. -SANS, ¿QUÉ ESTABAS HACIENDO?-.
-Bueno Paps, estaba recogiendo la casa y estuve patrullando, antes de que llegarán- Sans dejo de lado el libro hasta que empezó a estirarse, todavía estando sentado. -Y...¿cómo les fue, chicos?-.
-Sans, no vas a creerlo, fue emocionante, hubo muchos chicos de mi edad, uno quiso estafarme...y Estella no hablaba mucho, pero quitando de eso, nos dieron de comer, me hubiera encantado que hubieras ido con nosotros- me senté al lado de Sans para abrazarlo, Sans solo acariciaba tranquilamente mi cabeza. -Además, conocí al Rey-.
-oh, ¿De veras?¿y cómo era?- Sans me miraba con la única cuenca que tenía su pupila en blanco, prestándome atención. -¿Era grande y felpudo, con una barba amarilla?-.
-Emmm, no, si era...un poco más grande que Papá, tenía el cuerno izquierdo roto, su pelaje era blanco con café, y parecía un monstruo cabra y algo joven, tomó el poder hace unos años, y tenía quemaduras en varias partes de su cuerpo, es bastante amable- comenté, se le había borrado la sonrisa, volteó hacía arriba, para luego recargarse en el sillón, con una sonrisa melancólica.
-heh, lo habré confundido con otro monstruo...me pregunto...¿Dónde estará?- Sans puso ambas manos detrás de su cráneo viendo hacia arriba aunque del lado contrario de donde yo estaba, pude ver de manera más detallada el agujero de su cuenca...me pregunto...¿por qué algunos adultos tienen cicatrices?. -Bueno chicos...fue un placer estar con ustedes, pero debo irme-. Este se levantó de su lugar para dirigirse a la puerta.
-¿NO TE QUEDAS A CENAR?- Papyrus llevaba en las manos 3 platos, los cuales dejó en la mesa. -PUEDO CALENTAR DE COMER-.
-Lo siento Paps, tengo que ir a hacer más guardia, nunca se sabe si llega a caer alguno- Después de eso, Sans salió de la casa, Papyrus cambió su semblante a un poco molesto, lo cual refunfuñando comenzó a calentar dos porciones de espaguetis, después de eso, lo vi recargado en el lavabo (el cual hace algún tiempo lo habían regresado a un tamaño normal) mientras veía como se calentaba la comida en aquel sartén, con los brazos cruzados, no era raro que a veces papá hiciera ese tipo de pequeñas rabietas, aunque suele pasar una vez al mes, más o menos, esta vez me acerque a el, sobando levemente su brazo, lo cual hizo que de alguna manera se calmara, sobo ligeramente mi cabeza para después darme un beso en esta, tomó la sartén donde se había estado calentando nuestra comida, para comenzar a revolver, para que la comida no se pegará.
Momentos más tarde ya nos hallábamos comiendo, Papá ya se veía más tranquilo, aunque aun se le notaba que estaba algo disgustado, pero sabía que al preguntarlo, este lo negaría, así que decidí sacar tema de conversación.
-Oye papá, ¿Cuándo volveremos a Hotland?- decidí preguntar directamente sobre ese tema, debido a que también me había encantado ir a ese lugar. -Me agradó hablar con varios monstruos más, en especial los de mi edad, aunque se que no todos son del todo buenos, aun así, apuesto a que hay más monstruos más agradables que me queda conocer-.
-OH, BUENO, ME ALEGRO QUE TE HALLA GUSTADO IR ALLÁ, PERO TODAVÍA NO SE CUANDO SEA SEG--, QUIERO DECIR...POSIBLE QUE PUEDAS IR- Papá revolvía su comida y a veces comía, como si no quisiera hablar de eso. -ADEMÁS, TENGO UNAS CUANTAS CUENTAS PENDIENTES CON VARIOS MONSTRUOS, Y TENERTE CONMIGO SOLO ES EXPONERTE-.
-Ya veo...- Terminé de comer para después tomar mi plato y llevarlo a los platos sucios. -Gracias por la comida papá, voy a estar en mi cuarto un rato-.
-SI, SEGURO, SI NECESITAS ALGO, SOLO LLÁMAME-.
Ya en mi cuarto me acosté, puse mis brazos detrás de mi cabeza y me concentré, un sentimiento extraño me inundaba, como si me hundiera en un cuerpo de agua, de repente sentí que algo me jalaba hacia arriba, como tratando de sacarme.
-¿Otra vez preocupado, Hopper?
-Si, supongo.
Esa voz, suele estar conmigo cuando me siento solo, o angustido, la voz siempre se escucha joven, como de mi edad, pero se que no es mía, como si tuviera una conciencia propia.
-Por lo que acabo de ver, algo anda mal.
-Si, se que papá no es del todo sincero conmigo.
-Pues no, los papás nunca son del todo sinceros, y no significa que sean mentirosos, solo que no quieren preocupar a los demás y en cuanto a los demás...también se incluyen a los hijos.
-Lo sé, me lo sueles decir.
-¿Tanto lo hago?
-No, bueno...no sé.
-oh.
Ahora ese sentimiento se sentía como tristeza...o nostalgia.
-Oye.
-¿Si?
-¿Puedes contarme otra vez la historia que siempre me cuentas?
-No sé...no quiero ponerte mal.
-Por favor.
-...
-¿Si?
-...Bien, solo por que no me gusta verte así: Erase una vez un príncipe, el cual vivía con dos hermanos, y un rey muy ocupado, los dos hermanos siempre estaban ocupados como para cuidar del más pequeño príncipe, por lo que eso le ayudaba a salirse a escondidas del castillo donde vivía...hacia amistad con más niños de su edad, aunque no fueran del agrado de sus hermanos, el siempre buscaba salir a explorar el mundo que se extendía sobre sus pies, amaba cocinar, y ayudaba a las cocineras a preparar la comida que se le serviría a su padre y sus otros dos hermanos, los cuales comian con gusto sin saber que el había ayudado a preparar aquélla comida, ya que de saberlo, podrían enojarse, pero el siempre se mantuvo optimista, un día, el salió como de costumbre a escondidas, fue a ver a sus amigos, cuando se enteró que uno de ellos se había ido al monte mágico, donde cualquiera que va, nunca vuelve, trató de convencer a sus amigos de ir a buscarlo, pero todos se negaron, así que el mismo fue--
¿Tienes sueño?
-No, para nada.
-Que raro, normalmente sueles dormirte en esta parte de la historia.
-Lo sé, pero quiero seguir escuchando.
-Tendrá que ser en otra ocasión.
-¿Por qué?
-...hay alguien en la ventana, viéndonos...
En ese momento me senté de inmediato de la cama, miré hacia la ventana, Legno estaba ahí, ¿cómo supo dónde vivía?-Legno, ¿Qué haces aquí?- me acerqué a la ventana esperando una contestación de su parte, pero en cambio solo me hizo una seña que de inmediato interprete, abrir la ventana. -¿Quieres pasar?-.
De inmediato el contrario entró, sus piezas de madera y uniones de metal, rechinaban debido a que afuera estaba nevando en exceso, se quitó aquella capucha que llevaba puesta, mostrando un cabello negro que parecía ser real, aunque se veía que era falso, sus ojos con iris blanco, y la madera que trataba de imitar la piel blanca.
Se sentó debajo de la ventana, la cual cerré apenas este entró, me pregunto, ¿Por qué vino a verme?
-Ragazzo, non hai idea di cosa mi ci sia voluto per trovarti.- Por su acento podía decir que estaba enojado, o por lo menos cansado. -Inoltre quel figlio di puttana continua a gironzolare da queste parti.-.
- Puedo ver que te a costado venir, ¿Cómo supiste en donde vivía?- Aquel chico se exhalo hondo pero no salió ninguna palabra de su boca. -¿Cómo sigues de tu herida?-.
-Non male, è solo che...il legno non si rigenera, e sanguinerò ancora, credo.- Después de eso, me mostró su costado, el cual había visto sangrar después de que me salvó la vida, puedo decir que es como si sangrara, aunque solo era un liquido negro que salía de vez en cuando. -A dire il vero, quel figlio di puttana mi sorprende, perché anche se è corrotto, è ancora in piedi, e io non sono corrotto, è un mostro...e io...credo di esserlo da quando ho avuto qui.-.
-¿Quieres que te ponga algo en la herida?, por lo menos...para que te sea más cómodo.- le pregunté, aunque este al inicio negó, al final me acerqué a un ropero donde tenía ropa, ese chico era un poco más grande que yo, aun así, tomé ropa que tenía de Sans cuándo era más joven, y unas vendas y algo con que reparan esa parte que lo hacía sangrar. -No sé si te duela, pero esto te ayudará para evitar que sigas sangrando, te haré un parche de hule, si no quieres o me detengo, por favor dime-.
Este se acostó en el piso y levantó un brazo para que yo tuviera mejor acceso al área afectada, era su costado izquierdo, comencé a poner un parche de hule, le ayudaría a no sangrar tanto, y quizás en el futuro pueda ayudarlo y repararle mejor, lo adherí mejor con unos cuantos clavos, sabía que debía dolerle, esté soltaba unas cuantas lagrimas que parecían brillar de un color rosa muy pálido, me detuve varias veces, verle llorar me hacía llorar a mi también, pero terminé de arreglarlo, en cuanto este se sentó pude ver que aquel parche le había detenido el sangrado.
-Ten, esta ropa era de mi otro papá cuando era centinela, es decir...todavía lo es, pero ya no las usa, le quedan algo pequeñas, pero se que a ti te servirán mejor, perdón si solo hay negro y azul oscuro, ese era el traje de centinela hace muchos años y mi otro papá era más joven.- Legno tomó la ropa y comenzó a quitarse la que tenía la cual estaba gastada, sucia y algo vieja, me voltee, pero no pareció importarle, por lo que pude ver, todo de el estaba tallado en madera, era como si fuera un maniquí, aunque uno muy detallado, al grado de parecer un cuerpo...humano, nunca había visto uno, pero ese cuerpo no tenía señales de ser basado en un monstruo, una vez que terminó me tocó mi hombro, me di la vuelta, viendo como ahora se veía mejor.
-Hopper...- Lo mire atentamente y lo escuche de la misma manera. -¿Posso restare qui?, solo finché fuori non passa la tempesta, prometto di non fare rumore.-.
-Claro...quédate lo que necesites-.
________________________________________________________________________________
![](https://img.wattpad.com/cover/200282314-288-k626498.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Existen los finales felices? (No voy a dejarte segunda temporada)(Au UnderHate)
Ciencia Ficción2da temporada de "No voy a dejarte" (Sans x Papyrus). En este libro podremos apreciar lo que pasó después de que Frisk se fuera con el alma de la reina Toriel para pedir ayuda a los Humanos, (esto se basa 8 años en el futuro). El Fanfic es complet...