Primera parte/01 Punto De Quiebre

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Samara

4 semanas atrás.

No puedo creer que en éste momento yo esté teniendo una crisis, aunque no tan fuerte, y después de tanto tiempo de no haber tenido una. Pero si es que hasta traigo los ojos rojos e hinchados y la garganta un poco destrozada por todo lo que he llorado, que no creo que sea para menos si hace tan solo unas horas el hombre con el que creí que pasaría el resto de mi vida me ha roto el corazón y, además, me han corrido de mi departamento, el cual compartía con él.

Conocí a Javier en mi primer día en la editorial en la que trabajo. y es que él, a diferencia de mí que también soy editora, es un publicista y me enseñó mucho de nuestro campo laboral que no nos enseñan en la universidad.

Ninguno de los dos esperaba formar una relación, y menos una que duró poco más de 3 años y terminando de la manera en que lo hizo, pues él se enamoró de alguien más.

Lo del desalojo solo fue la gasolina que ayudó para la explosión que fue la ruptura, y es que llevábamos ya un año viviendo juntos y decidimos que mi departamento era el indicado porque yo aún tenía tiempo en mi contrato y el de él acababa de expirar. La cuestión es que, a pesar de yo siempre darle la parte que me correspondía de la renta, el no pagó ninguna mensualidad desde hace casi 6 meses y, por si fuera poco, me ocultó las 2 advertencias anteriores al desalojo y ahora tengo solo hasta fin de mes para encontrar un nuevo sitio y mudarme.

En cuanto a su infidelidad, supongo que debí verlo venir desde el momento en que Nora entró a trabajar con nosotros, pero estaba tan ciega y locamente enamorada que todas las señales que quizá eran obvias las pasé por alto e hice de oídos sordos a todos los comentarios susurrados.

-Sé que no quieres ir, que tienes el corazón destrozado y que quizá sientes que la vida y el universo se derrumban a tu alrededor, pero por favor, Ara, tienes que hacerlo, no le des el poder de verte así cuando a él no le importó lo que hacía para lastimarte.

Siento, pues tengo los ojos llenos de lágrimas que me impiden verla, a Juls sentarse en un hueco de mi cama y comenzar a frotar mi espalda para reconfortarme.

-Pero ¿y si están juntos? ¿y si los demás comienzan a hablar? ¿qué pasa si no soy lo suficientemente fuerte para mantenerme en pie y enfrentarlo?

-Entonces estaré a tu lado para evitar que te derrumbes, y no importa si es bueno o malo lo que tienen que decir, las personas siempre abrirán la boca, pero de ti depende que se mencione a una mujer empoderada, fuerte, e impenetrable, o que hablen de alguien frágil que permitió que un corazón roto y lo demás que ha ocurrido la derrumbara y le impidiera recibir uno de los mejores premios que un profesionista como nosotros puede recibir.

Mi teléfono suena en ese momento y como reconozco el tono personalizado, rechazo la llamada por millonésima vez.

Mi amiga suspira y toma mi teléfono para apartarlo de mí, pero este vuele a sonar en ese momento y ella misma decide responder a la llamada.

-¿No te basta acosarla desde tu numero personal, sino que ahora lo haces desde otro?

Quien sea que le haya respondido no es quien nosotras pensábamos, pues hace que sus facciones se conviertan en pena.

-Perdóname, pensé que se trataba de alguien más. Si me das unos segundos, iré yo a recibirte las cosas. Por ahora ella no se encuentra en un buen estado para ver a alguien más.

Le pregunto de quien se trata porque quiero saber a quién está dándole explicaciones.

Tapa el micrófono de mi teléfono y más que hablar, gesticula su nombre.

Contigo [Booffee #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora