♪El amor es más fuerte♪ [✔]

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Al entrar pudo ver a su lady ahí tan indefensa, la tristeza nuevamente llegó junto con algo de culpa, por alguna extraña razón creía que todo era culpa de el.

No importaba cuantas veces le dijeran que el no tenía la culpa,el simplemente lo seguía pensando.

Tenía los pensamientos pensamientos nublados.

Se sentó en un pequeño banco que tenía aún lado de ella, puso su mano entre las suyas, algunas lágrimas comenzaron a salir sin permiso alguno.

El aún no podía creerlo, la rubia de ojos azules se encontraba ahí en un estado de coma, no sabían si alguna vez volviera a despertar.

Tenían fe de que pasara lo mismo que avía pasado cuando ella avía tenido aquel accidente, afortunadamente esa vez ella se pudo recuperar muy rápidamente y esperaban que este también fuera el caso.

Ahora solo lo que podían esperar era a que ella decidiera volver con ellos, para estar con su hija y prometido.

La boda de Astrid e Hipo estaba a nada, en solo unos cuantos meses ambos se casarían como siempre lo quisieron, pero ahora no sabían si se lograría realizar.

-Yo...-no sabía como comenzar-fue niña... Y es tan hermosa como tu, igual de terca que su madre-conto con una sonrisa.

-Despierta no nos puedes dejar a tu hija y a mí solos.. Todos estamos muy preocupados por ti-lagrimas caían.

-Estoy asustado sabés.... De no volver a ver esos hermosos ojos azules, de ya no despertarme con una rubia a mi lado-comento con melancólica.

-Nuestra hija no se puede quedar sin su mamá, aún es tan pequeña, yo no me puedo quedar sin mi niña de ojos azules-se limpió las lágrimas, le dio un beso en la frente y salió de la habitación.

Quería ir a ver a su hija, quería saber como estaba, solo avía visto una vez a su pequeña niña, fue cuando le informaron sobre el estado de Astrid.

Entro a la habitación donde la tenían, estaba dormidita, se le hizo bastante tierno verla.

Tomo a su hija en brazos y se sentó en un sofá que avía, al verla que empezaba a despertar la arrullo para evitar que despertara de su sueño.

-Te pareces tanto a tu mamá-le susurro a la pequeña. Ella dormía cómodamente en las brazos de su padre, sin percatarse de aquellas palabras.

Se mantuvo por un tiempo así hasta que víctima del sueño empezó a cerrar los ojos, acompañaría a su hija en aquel sueño.

Al despertar se espantó al ver como aquel vultito que avía mantenido en sus brazos  ya no estaba con el.

Salió de la habitación en busca de su hija, la buscó por todos lados, hasta que la vio su mamá la tenía entre sus brazos.

-No quise asustarte, sólo que te vi muy cansado-le dijo Valka a su hija. Hipo no dijo nada, sólo asintió.

-¿Como te sientes?-

-Mal, el amor de mi vida de debate entre la vida y la muerte, y ahí posibilidades que mi hija se quede sin madre-dijo un cansado Hipo.

-Tenemos que tener fe de que va a despertar-

-Si...-

-Y hablaste con Patapez-Valka sabía lo mucho que el tema le afectaba a su hijo, por eso decidió cambiarlo.

-Si, al parecer quiere proponerle matrimonio a Heather-

-Me alegró por ellos-

-Igual yo... El quería proponérselo cuando Astrid  se sintiera mejor-dijo con amarguria.

-¿Y te dijo que pasara cuando se entero de que Astrid bueno...-

-No despertaría después de un tiempo y si es que lo hacía-completo lo que su madre diría. Lo dijo con enojo.

-Exacto-

-No hablare más tarde con ellos-

-Entiendo...-Hipo se fue poco después de que Valka terminará.

Hipo camino por todos los pasillos en busca de sus amigos, hablaría con ellos, sabía que tenían muchas dudas y se las iba a responder todas.

-Patapez-lo llamó siendo el primero con quien se encontró.

-¿Que pasa Hipo?-

-Sobre lo que me dijiste de tu y Heather yo quería saber si..-

-¿Si?-decía Patapez extrañado.

-Yo se que te querías esperar a que Astrid mejorara, pero ahora que ella entro en coma no tienes por que esperar-

-Hipo se lo mucho que te duele pero sigo pensando lo mismo, también se lo mucho que Heather quiere a Astrid y ella quisiera que ella estuviera en un momento tan importante como éste-

-En verdad te lo agradezco Patapez-

-No tienes nada que agradecer-el iba a contestar pero una voz lo interrumpió.

-Al fin los encontramos-decia patán llegando junto con los demás.

-Hipo, que pasara con Astrid -decía Heather.

-¿Si que pasara con la boda?-decía Brutacio.

-Se pospondrá hasta que Astrid se sienta mejor... Solo si ella quiere-

-¿Y que pasara si no sucede?-dijo patán. Brutacio le dio un sape en forma de regaño.

-Callate patán-decia Brutacio. Patán solo puso los ojos en blanco.

-No digas estupideces patán, Astrid se recuperara-lo reprendió Heather.

-Heather tiene razón-la apoyó Patapez.

-Si no es el caso...-habló Hipo con la voz entrecortada-ella siempre tendrá mi corazón-

-Vez lo que causas patán-le decía Brutacio, negando con la cabeza.

-¿Que?.. Yo solo dije la verdad-se encogió de hombros.

-No son más que estupideces lo que dices-decia ahora Heather.

-Chicos..-les decía Hipo al verlos como empezaban a discutir entre ellos.

-Ahorita no Hipi, patán tiene que saber que no esta bien lo que dijo-Patan puso los ojos en blanco. Brutacio tenía una postura de ofendido.

-Agg-se quejo Patán.

-Chico...-volvió a decir.

-Nos permites-

-Brutacio-le dijo Heather.

-Tu también Heather-ella puso los ojos en blanco.

-Dejen de pelear-les dijo Hipo.

-Pero Hipo...-

-No-nego

-Bien..-aceptó rendido Brutacio.

Aquella conversación que tuvo con los demás chicos se podría decir que en vez de sentirse triste o desanimado, sintió alivió al tener el apoyo de sus amigos, estaba claro que de alguna forma demostraban que tenían su apoyo incondicional.

Hipo esperaría por su lady, al igual que sus amigos, como siempre ellos estaba para apoyarlo en lo que ocupara, también para hacerlo sentir mejor en algunas ocasiones, como éste era el caso.

Continuará

Min♪

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