^13^

46 3 0
                                    

Los chicos se encontraban en el departamento de Hipo, decidieron que ahí se quedarían para el poder tener cerca a Astrid y a su bebé, así mismo también podría estar al pendiente de lo que ocuparan.

El vientre de Astrid avía crecido un poco más, si bien no era tan grande le costaba hacer algunas cosas, tuvo que dejar de hacer algunas actividades de su vida diaria.

Al principio se reusó pero al no tener muchas opciones,no le quedo de otra más que aceptar.

Avía pasado todo un mes desdé que ambos volvieron de su viaje a Canadá, hablaron con sus familias sobre el embarazo de Astrid, pues no les avían podido decir por el hecho de que ambos estaban en Canadá.

La mamá de Hipo; Valka los felicitó, a el le gustaría que su padre estuviera con ellos cuando le dieran aquella la noticia, se sintio triste por que el siempre quiso que Astrid y el se casaran y formaran una familia.

Y ahora que lo estaba haciendo el ya no estaba con ellos.

Astrid por su parte se sentía triste al recordar a Estoico y sobre todo su famosa frase que siempre solía usar cuando ella tenía algún logró(siempre).

Esa es la futura esposa de mi hijo

Sonrió con melancólica.

Ella siempre estuvo al lado de Hipo cuando Estoico dio su último suspiro, el lloró, se calló, se alejó de todos, pero también se levantó y se volvió una persona más fuerte, solía decir..

Me duele ya no tenerlo, pero no gano nada haciendo rabietas...

Y valla que el tenía razón, no se ganaba nada llorando e incluso alejándose de todos, el se avía ido y eso no lo podían cambiar, pero tenía en cuenta que siempre lo llevaría presenté.

Astrid e Hipo se encontraban de camino al cementerio por petición de Hipo, pues quería contarle la extraordinaria noticia a su papá, ella accedió pues aparté de visitar a Estoico, aprovecharía para también ir ella a visitar a sus padres.

Llegaron al cementerio, nadie decía nada, y no era necesario, aquel silencio era agradable no avía incomodidad ni nada.

Hipo se sentó frente a la tumba de su padre, Astrid  decidió que era mejor dejarlo solo para que se desahogara tranquilamente, y así se pudiera expresar mejor.

-Papá..-habló con la voz entrecortada al estar frente su tumba.

-No se como empezar... Vine a contarte sobre lo que a pasado estos últimos meses... Tu sueño se hizo realidad, Astrid esta embarazada... Y nos vamos a casar... Vas a ser abuelo..-lágrimas brotaban de sus ojos.

-Quisiera que estuvieras aquí... Con nosotros, que celebrarás a lo grande como solías hacerlo..-para ese instante en ningún momento las lágrimas dejaron de salir de sus ojos.

-Mamá te extraña.. Todos lo hacemos, me haces mucha falta creó que nunca te lo dije pero... Te quiero..-serró los ojos con fuerza permitiéndose llorar libremente.

Después de un rato así decidió ir a buscar a Astrid.

~~~~~~~~

Astrid llegó a la tumba de sus padres, las imágenes de aquel trágico accidente llegaron a su memoria, y con ello la culpa, el dolor, arrepentimiento.

Se sentó enfrente de su tumba, no sabía como iniciar,buscaba las palabras correctas para poder expresarse, conforme a lo que sentía en ese momento.

-Yo...-comenzó a hablar.

-Quiero pedirles perdón..-continuo hablando-por todo, si les falle en algún momento.. Solo venía a compartirles una gran noticia, no los avía podido visitar por que me fui a Canadá, pero solo quería que supieran-suspiro-que estoy embarazada... Van a ser abuelos-solto una risita por la forma que lo dijo.

-Y también quería decirles que Hipo y yo no vamos a casar... Sólo... Los visitare más seguido-solto algunas lágrimas que tenía retenidas. Una mano en su hombro le hizo saber que el estaba ahí, con ella.

Le regaló una sonrisa y con ayuda de Hipo se paro de donde ella estaba sentada.

Después de eso decidieron que era hora de ir a descansar, pero antes pasaron a comer algo, por que según Astrid.

El bebé tenía hambre

Algo que se le hizo un poco gracioso a Hipo pero claro que cumplió con su petición. Después de todo, ¿quien era el para negarse?.

Llegaron al departamento, y como era de esperarse ninguno dijo nada respecto a lo que avía pasado en el cementerio horas antes.

Astrid al ver subir a Hipo a la habitación ella lo siguió sabía que estaba mal, pero el no lo quería decir. Ella iba a hablar con el sobre lo ocurrido, y si el no quería lo entendería no lo iba a forzar.

Al entrar ahí lo vio sentado en la cama, con la mirada pérdida y la cabeza gacha. Se pudo dar cuanta de que en su rostro avían rastros de lágrima, supuso que avían sido por las que derramó en el cementerio.

-Amor..-lo llamo pero el apenas levantó la mirada. Continuaba con la cabeza gacha.

-Se lo mucho que te afecta.. Pero no puedes seguir así, a el no le hubiera gustado y lo sabés-se sentó a su lado.

-Lo se..-

Silencio.

-Es solo que lo extraño y me gustaría que el estuviera aquí-

-Yo también lo extraño.. El era como un padre para mí-puso su cabeza en su hombro.

-Y que ahí sobre tus padres-cambio de tema.

-También los extraño, pero están mejor donde quiera que estén-

-Ya me imaginó el grito que dieron al saber que serían abuelos-dijo melancólico.

-Seguramente no dejaron dormir a nadie-solto con una sonrisa.

-Probablemente-bromeo.

-Crees que estén orgullosos-le dijo después de unos segundos de silencio. El la miro con atención.

-Claro que si..-beso su cabeza.

-Mi padre te a de estar amando en estos momentos-

-Después de todos mis intentos por caerle bien, la solución era embarazarte-Astrid se sonrojo por sus palabras.

-Tonto-le dijo totalmente sonrojada. El sólo soltó una risita, estaba claro que después de tanto tiempo aún lograba sonrojarla y eso le encantaba.

Se quedaron por un tiempo así hasta que llegó la hora de irse a dormir.

Hipo siempre recordaría a su padre con una sonrisa al igual que Astrid, ambos se quedarían con los momentos felices que vivieron con ellos, así los querían recordar.






















































































Continuará...



























































































Min

♪El amor es más fuerte♪ [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora