Renata soltó a la joven y se enderezo, como siempre, llevaba un traje blanco sólo que esta vez había dejado su saco en su oficina y solo portaba encima de su camisa de vestir un chaleco de satín negro. Una de sus manos busco en el bolsillo de su pantalón sastre hasta que saco una caja dorada que contenía sus cigarrillos y un encendedor. Prendió uno, era como si estuviera evaluando su respuesta.
Jinx giro su silla para que ambas pudieran mirarse de frente, sus ojos violetas estaban fijos en la mayor, mirándola desde abajo expectantes, como un niño pequeño que espera una respuesta importante de parte de sus padres.
- ¿Acaso estas condicionándome polvorita? - exhaló el humo de su primera inhalada, miraba con seriedad a la chica, pero su tono de voz era juguetón.
-No.- se le escapo casi por inercia, como niña atrapada en una travesura –Bueno, quizás…- desvió la mirada y se hundió de hombros. Pese a aquel gesto tímido la habitación fue llenándose de un aroma suave a vainilla, intentando persuadir a la mayor de aceptar los términos impuestos.
-No hagas eso. - la baronesa extendió su brazo ortopédico a un lado, para lanzar las cenizas de su cigarro sin que la quemaran a ella o a su acompañante, su aroma se mesclo con el de la chica –No uses tu aroma como si fueras una omega. - apoyo su mano libre en el respaldo de la silla y se agacho para que los rostros de ambas quedaran a la misma altura – Tu no necesitas suplicar por nada. Tu eres una alfa, enorgullécete de tu casta. Tú debes exigir y tomar. – coloco el cigarrillo en una de las comisuras de sus labios para poder acariciarle el rostro con el dorso de la mano mecánica – Eres hermosa…- delineo con sus dedos los labios de la chica -…y deliciosa. - el aroma de Renata envolvía a la pequeña alfa y poco a poco comenzó a notar como está la imitaba y también la envolvía –Así está mucho mejor. - una sincera sonrisa se marcó en su rostro –Empecemos de nuevo ¿Qué es lo que quieres? -
Pese a tener a Renata acorralándola y envolviéndola no se sintió nerviosa o intimidada, si acaso su cuerpo se estremeció ante sus toques, pero era común en toques tan sensuales como aquellos. –Quiero premio. - esta vez su voz sonó más determinada y sus ojos se afilaron.
- ¿Qué clase de premio? ¿Qué sucederá si me rehusó? –
-Quiero follar, sino borrare las fotos. - el corazón de la menor comenzó a latir con fuerza, pero un cosquilleo en la parte baja de su vientre le hizo saber que estaba disfrutando aquello.
Renata sonrió satisfecha. Cuando acogió a Vi y Jinx bajo sus alas se pensó que era por las habilidades cuerpo a cuerpo de la peli rosa y por lastima a su pequeña hermana; pero la baronesa jamás tendería la mano a una inútil. Por eso todos estos años había mantenido a la peli azul a su lado, enseñándole pasivamente como es que ella estaba donde estaba, pero sobretodo su manera de pensar. Le faltaba madurar, pero los frutos ahí estaban.
-Follemos entonces. - lanzó el cigarro al suelo, lo apago y después le tendió la mano a la joven para sacarla de ese cuarto lleno de pantallas, cables y servidores.
Afuera había un pasillo que las llevo directamente a la zona central de la mansión de la baronesa, en el centro se extendía una escalinata que daba paso a la zona de las recamaras. La alcoba de Renata estaba al fondo, donde podía disfrutar de una vista completa de Zaun, no era la mejor, pero era su ciudad y le gustaba.
ESTÁS LEYENDO
La esencia
FanfictionCaitlyn es una policía novata que acaba de empezar, esta harta de tener trabajos sencillos y aburridos; tiene mucha hambre de crecer y ser tomada en serio en la fuerza pero sus jefes no le dan la oportunidad de demostrar sus capacidades. Por otro l...