-Buenos días dormilona - apenas amanecía y Valentina ya llevaba rato en la cocina preparando la masa para hacer el pan, Juliana acababa de aparecer como un espectro y se dirigió directamente a la cafetera - Te has levantado temprano - comentó Valentina.
-Es bastante difícil dormir con este estruendo de cacerolas y sartenes en mitad de la noche - dijo. Luego contemplando las fuentes que se veían aquí y allá llenas de pastelillos de chocolate y galletas - Veo que has estado ocupada, de todas formas, no creo que podamos comernos todo eso.
-Bueno, los he hecho pensando que podrías llevarles algunos a ese señor tan simpático, el señor Alirio, me prometió que me iba a enseñar a montar en trineo.
-No estoy dispuesta a que ese viejo zorro se quede con todas las galletas.
-No te preocupes, qué habrá suficiente, además tengo más masa de para galletas en la nevera.
Valentina se secó más manos en la toalla que le servía de delantal, había pasado una mala noche, porque no acababa de acostumbrarse a aquella cama pequeña y estrecha. Después de dar muchas vueltas había terminado envolviéndose en una manta y trasladándose al sofá, las horas de la noche eran las más difíciles, todos los fantasmas del pasado se conjuraban contra ella, quizás por eso la gente buscaba amantes, para llenar las noches vacías.
Valentina le dijo -- anoche alguien estuvo intentando tocar la gaita en el cobertizo.
-¿Intentando dices ? Respondió Juliana con una mirada asombrada -. Para tu información, te diré que a esas vacas les encantan mis serenatas nocturnas. Y además .......
Afortunadamente, su discurso se interrumpió bruscamente cuando Valentina le colocó enfrente un plato de tocino, huevos fritos y papas asadas. Sus ojos se iluminaron y sonrió a Valentina, relamiéndose los labios.
-¿Sabes ? - dijo al cabo de un momento - . Anoche no dormí nada bien, me levanté a las dos de la mañana y te encontré durmiendo en el sofá.
Reinó un embarazoso silencio, que Valentina rompió finalmente cambiando de tema.
-¿Que harás hoy ? Pregunto.
-Pues, lo primero que haré, es salir en helicóptero, al parecer hay algunos cazadores furtivos en Ewing Mesa, han matado con a seis ciervos ya.
Valentina miro por la ventana y vio las montañas llenas de nubes bajas.
-Quiero ir contigo Juliana.
-No puedes venir - respondió Juliana llevándose a la boca un trozo de papa - Esto está buenísimo.
Valentina levanto si plato en vilo para reclamar su atención y repitió --quiero ir contigo Juliana.
-Imposible, no puede ser, ya te llevaré algún otro día en un vuelo de placer. Lo de hoy es muy serio, me pidieron que busque señales de los furtivos y que haga un informe.
Valentina se llevó el plato de Juliana y lo coloco al lado del recipiente de la comida de Toby, mirándola con aire amenazador.
-De acuerdo, puedes venir - accedió Juliana de mala gana, observando al perro, que parecía dispuesto a lanzarse sobre su desayuno -- Pero si veo la menor señal de peligro, te traigo a casa.
-¿Por qué ?
-Porque puede ser peligroso, como te podrás imaginar, a los cazadores furtivos no le gustan que los sorprendan, de vez en cuando disparan contra los helicópteros ... Hay que ver qué vitalidad tienes está mañana, yo aún estoy media dormida.
-Si no te pasarás las noches inclinada sobre la mesa de dibujo, te sentirías mejor por las mañanas.
-Mmm, mira quién habla, añadió Juliana.
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By EvelWoods
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La segunda oportunidad (Juliantina AU)- Adaptación
FanfictionValentina con dos hijos, aburrida de machismos y de una vida no muy feliz, hace un cambio en su vida, hace una reserva en una pensión, la cual cuando ella llega le dicen que hay un error en las reservaciones. Valentina se queda sin donde quedarse a...