Baile

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Valentina contemplaba el perfil de Juliana en la semioscuridad ,pensando que a pesar de su mal humor ,seguía pareciéndole tan atractiva como siempre o quizá ahora más que nunca ,Juliana se volvió hacía ella y su mirada se tornó cálida al recorrer de arriba a abajo las curvas que marcaban su celoso vestido verde de algodón ,Valentina se dio cuenta de que están recordando cosas sucedidas por la noche ,cuando vio que ponía la mano sobre su rodilla ,lentamente ,comenzó a acariciarle el interior de la pierna .

- ¿Sabes Val? Cuando te dije que nos fuéramos a pasar una noche a Creede no tenía ninguna intención de que este viejo se viniera con nosotras - Susurró mirando al viejo Alirio.

- Shhhh .... Respondió ella apretándole el brazo -. Lo único que quería él era que lo lleváramos en el coche.

Juliana miro con el ceño fruncido al viejo experto en conducir trineos, que permanecía muy satisfecho, completamente ajeno a la conversación, a pesar de estar sentado al lado de Valentina.

-Pues nos la ha hecho buena - gruño Juliana -. Yo no contaba que fuéramos tres.

Valentina coloco la mano sobre la de Juliana, en el volante. Sentía ciertos remordimientos, porque ella estaba tan nerviosa aquella noche como si fuera la primera vez que iba a una cita, bueno si era la primera vez que salía con una mujer, y la presencia de una tercera persona le había servido para aliviar considerablemente la tensión.

En efecto, Alirio había pasado un rato agradable en la cantina de Hipólito, devorando ruidosamente un buen plato de costillas asadas e impidiendo con su presencia el menor conato de conversación íntima, Juliana consiguió con grandes esfuerzos soportar estoicamente la presencia de su amigo hasta después de la cena. Pero luego aprovechando que la conversación general derivada hacía la caza, vio su oportunidad.

-Voy a hacerte una propuesta Alirio - le dijo a su amigo -. Si me haces el favor de desaparecer durante unas cuantas horas, estoy dispuesta a prestarte a Toby para que lo lleves a cazar un día.

El anciano esbozo una sonrisa satisfecho y se levantó diciendo --de acuerdo, ya sabía yo que mi plan funcionaria, siento mucho los del oso Simón, Juliana. --Bueno cuando quieras lárgate avísame, estaré en el cuarto de atrás de Tiberio, está noche hay partida de póker.

Luego, inclinándose con gesto galante, beso la mano de Valentina antes de irse.

-O sea que ha sido un chantaje simple y llanamente, el viejo zorro sabía que le ofrecería lo que quisiera con tal que nos dejara solas.

Valentina sonrió divertida, en aquel momento la orquesta empezó a tocar una pieza lenta.

- ¿Quieres que probemos la pista ? Propuso Juliana. Se lo dijo con tanto entusiasmo que Valentina no tuvo valor para empezar una discusión, una vez libre de Alirio, Juliana era toda sonrisas y miradas insinuantes.

Bailaron muy abrazadas y muy despacio, sintiendo la presión de sus piernas mutuamente, Valentina apoyo la cabeza entre su cuello y su hombro, cerró los ojos y se permitió el lujo de imaginar que estaban enamoradas, se sentía invadida una vez más por la agrada le sensación de ser deseable, como si fuera una chiquilla y aquel su primer baile, los años parecían dejar de existir cada vez que Juliana la estrechaba entre sus brazos y a ella le encantaba dejarse llevar.

-Estás muy callada Val.

Ella la miró, recordando sin querer su imagen de aquella mañana, despeinada, increíblemente atractiva y tentadora entre las sábanas revueltas. Volvió a cerrar los ojos y apoyo la cabeza en su cuello, refugio cálido y seguro. Era muy fácil dejarse llevar por la música y por Juliana, volvió a mirarla, pensando que le parecía imposible que una mujer pudiera tener una boca tan hermosa y llena de ternura, con aquellos pensamientos, Valentina sintió que una oleada de excitación le recorría el cuerpo.

- Oh, Juls -. Murmuró confusa por los sentimientos que la atenazaban.

-Me encanta que pronuncies mi nombre de manera tan sexy -. Susurró Juliana.

Inmediatamente después la llevo a un rincón apartado y oscuro del salón, dónde nadie podía verlas. Miro fijamente su rostro expectante y después le acercó la mano a la mejilla acariciándosela. Luego trazó el contorno de su labio inferior con un dedo, la miraba de una manera especial; era como si en aquel momento fuera lo que más le importará en el mundo. La beso apasionadamente, saboreando la fresca suavidad de sus labios entreabiertos, cuando Valentina recorrió sus labios con la lengua y busco la suya ávidamente, Juliana se estremeció, ella era una mujer maravillosa y la deseaba.

Luego, apoyando la frente en la de ella le dijo -- Ha Sido un día muy largo.

- Tú crees? Respondió Valentina con una sonrisa -. ¿Quieres que nos vayamos a casa?

-Lo malo es que tenemos que recoger a ese mañoso Alirio.

Juliana pago la cuenta y la ayudo a ponerse el abrigo, luego pasándole un brazo por los hombros, la condujo al exterior, Valentina se apoyaba en ella, disfrutando de la fortaleza de su cuerpo trabajado, tonificado de tareas del rancho.

Cuando se acercaban al coche en la oscuridad, Valentina no pudo resistirse a flirtear con ella, como si fuera una colegiala, así que bajo el brazo que llevaba puesto en su cintura, hasta tocar con su mano el firme trasero de la morena, se sentía con el derecho a hacerlo, porque Juliana se lo había hecho a ella por lo menos un par de veces.

Al sentir sus caricias Juliana se detuvo y la miró con una ceja alzada.

-Estás jugando con fuego – murmuró con tomo provocativo -. Te aconsejo que guardes las distancias.

- ¿Y si no quiero? Replicó Valentina en un tono juguetón, sorprendida de sí misma por aquel atrevimiento que descubría en su personalidad a los 42 años.


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By EvelWoods

La segunda oportunidad (Juliantina AU)- AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora