¿Adiós?

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Sintió a Juliana tensarse, haciendo visibles esfuerzos por mantener a raya sus instintos. Consciente de lo que hacía, se acercó y trazó el contorno de sus labios con la lengua. Cuando sintió que ella se ponía tensa como una cuerda de sus arcos, Valentina experimento un gozoso placer. Lo único que le faltaba por hacer era acariciar el lóbulo de su oreja con la lengua.

Juliana la atrajo entonces hacia sí como si llevará años sin tocarla, Valentina se puso a temblar, sacudida por un terrible deseo de tocarla .

-Te lo advertí - susurro Juliana abriéndole el abrigo.

Con las manos temblorosas rozo sus pechos entre sus manos, dándose cuenta de que no llevaba sostén.

-No llevas sostén - Exclamó contemplando sus pezones duros, con la respiración entrecortada le dijo -- ¿No te das cuenta de que cualquiera de los hombres que estaba allá dentro ha podido rozarte o bailar contigo y sentir esto?

Por aquella vez Valentina le perdonaría ese comentario un tanto machista. Le gustaba provocarla, que no podía pensar en nada más. Con una sonrisa se apretó contra su pecho -- pero Juliana ¿acaso esto no te gusta?

-Mmmm es maravilloso, creo que te comería viva -. Susurró con dificultad, acariciándola.

Ella la beso.

-Me gusta como besas - le dijo Valentina con timidez.

Juliana la levanto en vilo y le dio un beso que la dejo sin aliento.

-No sabes cómo me pones Valentina, no, no sonrías. Más bien deberías preocuparte por el efecto que me estás causando. Creo que no voy a poder resistir mucho tiempo más, en este momento me siento como una chiquilla que está a punto de pedir hacerlo en el asiento de atrás.

Ella respondió con voz mimosa -- ¿Juls no crees que estamos bastante mayorcitas como para hacerlo en un patio a oscuras?

-Es difícil resistirse a una dosis tan enorme de tentación, Valentina. No sé lo que le pasa contigo, pero cada vez que te me acercas, todas mis buenas intenciones se esfuman como por arte de magia.

-No luches contra mi - susurro Valentina, acariciándole el lóbulo de su oreja -. Para tu información, voy a salirme con la mía otra vez.

-Yo sería incapaz de aprovecharme de la situación, ¿somos amigas verdad? Tú mereces champaña y rosas.

-No te preocupes Juliana, por el momento solo tenemos esto.

Con la respiración bastante acelerada Juliana abrochó su abrigo y fue a buscar a Alirio.

A las dos de la mañana, después de dejar a Alirio en su casa y encerrar a Toby en el cobertizo, Juliana tomó a Valentina entre sus brazos.

-Ven acá ahora mismo.

Cuando sus bocas se encontraron fue como si estallaran todos los fuegos artificiales del mundo. Hambrienta, exigente, el cuerpo tenso de Juliana, consumidas por el deseo y la necesidad. Valentina no podía esperar más, necesitaba tocarla, sentir sus pechos con sus manos, lanzo un gemido cuando ella la levanto en brazos y la llevo en volandas al dormitorio.

Valentina nunca se saciaba de sus besos ni sus caricias, los gemidos que dejaba escapar Juliana, la encendían aún más . Esa noche fue la vez que más sintió en su vida y daba las gracias al cielo por poner a Juliana en su camino.

-Alirio es un perfecto idiota - gruño Juliana enfurecida, mientras abría la puerta de su casa.

Solamente a un idiota o a un loco podría ocurrírsele la idea de dejar que Valentina se diera de excursión por la montaña acompañada solamente por un puñado de perros. Desde que se enteró estaba sumida en una pesadilla que se había agravado cuando recibió un impacto de bala en el parabrisas del helicóptero.

Lo peor que le sentaba era la falta de sueño, el sheriff la había llamado para ayudarle en la operación de búsqueda de los cazadores furtivos. Entre las largas horas que había pasado en el helicóptero, ahora se sumaba la preocupación por Valentina ,se había convertido en un manojo de nervios .

Ella quería a Valentina con toda su alma ,las intenciones con respecto a ella las tenía muy claras, pero la cuestión del champaña y las rosas necesitaba un tiempo bastante largo de preparación, sobre todo teniendo en cuenta que no había florerías ni restaurantes franceses en leguas a la redonda ,finalmente Juliana había decidido esperar para poner en práctica su estrategia hasta que llegara el momento indicado ,porque Valentina se merecía algo bien preparado y lleno de magia .

Y para colmo, en mitad de todo este lío, a Valentina se le ocurre la brillante idea de convertirse en una exploradora solitaria.

Juliana se sacudió la nieve de las botas y luego restregó los pies cuidadosamente en el tapete de la entrada, cuando vio las botas de montaña de Valentina junto a la puerta y sus calcetas gruesas, suspiró aliviada, aunque su enfado no cedió en lo más mínimo, debería de haberla seguido en el helicóptero y dado un buen susto - gruño . Se quitó la chaqueta y la dejo sobre el sofá, preparando mentalmente el discurso que tenía que soltarle a Valentina. Pero de pronto, oyó la voz de es que procedía de la cocina.

- Si, Lucho. Yo también me alegro de haber hablado contigo.

- Lucho - repitió Juliana. -- Lucho, con sus buenos modales y su aire de hombre de club, probablemente había nacido en una buena familia.

A Juliana le temblaban las manos mientras trataba de fingir que estaba revisando el correo con toda tranquilidad. Ese tal Lucho debía ser un maestro en estratagemas para ganarse el corazón de una mujer, en cambio ella era un perfecto desastre, dada su falta de práctica.

- Ya lo sé Lucho - continuó Valentina - Es bastante duro .... sí, lo comprendo ...De acuerdo .... Tú también.

Juliana hizo una mueca de tristeza en tanto miraba uno de los sobres, había tenido a Valentina con ella durante un tiempo, el suficiente para verla mejorar, sonreír y alegrarse. Y ahora que ya estaba bien volvería con su marido y se la llevaría, Juliana arrugó la invitación a la fiesta anual de la iglesia y la dejo sobre la mesa, ella le había concedido a Valentina el espacio que necesitaba para respirar libremente y ahora se marchaba.


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By EvelWoods

La segunda oportunidad (Juliantina AU)- AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora