Sentimientos

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Juliana sintió entonces que había esperado demasiado tiempo, durante un momento paro y dejo sus dedos quietos, sentirlos dentro de Valentina, disfrutando del placer que era el calor de su interior. Valentina temblaba y ella también, empezó a moverse ligeramente contra sus dedos, pidiendo más con sus caderas.

-Ámame Juls- susurró con voz ronca.

Y entonces ya no hubo más espera ,sus movimientos fueron duros ,sin delicadeza ,mientras entraba en ella con fuerza sus labios y lengua torturaban sus erectos pezones ,a ratos mordiéndolos y tirándolos con sus dientes ,la pasión la quemaba ,su cuerpo era devorado por aquel incendio ,más si aún si Valentina respondía a todas sus demandas ,empujándola a ella a satisfacer las suyas ,aquella unión esta vez furiosa pero también dulce ,tenía algo de eternidad ,de promesas futuras ,de algo compartido .

Toda ella la incitaba, todo, cada uno de sus gemidos, la suavidad de su cuerpo contra el suyo. Sin concederle tregua, recorrió con su boca todo su torso, recreándose mucho más tiempo en la dulzura de sus firmes pechos. Valentina la mantenía sujeta con sus brazos, que la envolvían como suaves cadenas. Valentina echo hacía atrás la cabeza asaltada por la primera oleada de incontenible calor. Crispó las manos en sus hombros, completamente abandonada a la sensación, Juliana sintió la fuerza del éxtasis que se apoderaba de ella mientras amoldaba sus dedos a su ritmo y sentía como sus músculos apretaban sus dedos como si fueran un guante. La tempestad se desató con furia, creciendo en ambas, haciendo que las dos llegarán al cielo.

Juliana espero un momento y salió lentamente de ella, se acostó a su lado de espaldas, Valentina de inmediato se acomodó en su hombro y empezó a acariciarle los senos y las clavículas, en una caricia lenta, suave como una pluma.

Más tarde, sintiendo el calor del aliento de Valentina y su suave respiración sobre su pecho, Juliana se sintió abrumada por el sentimiento de amor que lo embargaba. Las lágrimas rodaron por sus mejillas y se deslizaron por sus sienes, en tanto ella la acariciaba despacio su pecho.

Valentina se volvió y apoyo un abrazo sobre el pecho de Juliana, besándole la mano cuando Juliana se la paso por el rostro para apartarle un mechón de cabello.

- Te quiero así Juls. Se que estás cansada - le susurró al oído -- Pero dime ¿Que te pasa?

- Estoy cansada, nada más.

- No es cierto. Tú eres la persona más fuerte que conozco Juliana ¿Que te asusta?

- Antes ... ¿Fui muy brusca? ¿Te hice daño?

Valentina se echó a reír con una suave risa y fresca.

-Me has liberado. He sentido ... No sé, como si volara - añadió rodeándola con los brazos -- Estoy decidida a conseguir lo que quiera contigo. Me encanta esto ... Los susurros, las confidencias -- Cuéntame, por favor.

Valentina sintió el cuerpo de Juliana se tensaba, como si de dispusiera a hacer algo difícil.

- Toda tengo que aclararme algunas cosas.

- Ya se. Has oído mi conversación con Lucho, ¿Verdad?

Juliana la miro con tal expresión, que Valentina comprendió al momento por qué la eludía de aquella manera. Lo que ella sentía era miedo e inseguridad. Con una sonrisa, le tomo la mano y entrelazó sus dedos con los suyos.

- Voy a contarte una historia - empezó a decirle dulcemente -. Yo a Lucho le deseo lo mejor, pero de todos modos soy consciente de que me ha hecho daño, lo llame para decírselo.

Ya - dijo Juliana estremeciéndose -. Nunca había tenido una conversación semejante después de hacer el amor.

Valentina se dio cuenta de que quería escabullirse para no enfrentarse a los hechos y sintió pánico. No viendo otra manera de mantenerla quieta, se subió a horcajadas encima de ella y puso sus manos en sus hombros.

- Eres una tonta ... Lo único que intento es mantener una conversación inteligente de nuestros sentimientos, ya estoy cansada de que te escondas y de que guardes las distancias conmigo.

- ¡¡¡Valentina!!! Exclamó Juliana sentándose y tomándola por las caderas.

Valentina le dirigió una mirada que era un mensaje de sensualidad.

- No voy a darme por vencida - le dijo con voz entrecortada, empezando a moverse sobre su cuerpo, sintiendo como el deseo iba encendiéndose como una llama en Juliana.

- ¿Estás diciéndome que me necesitas Valentina? Murmuró Juliana, ayudándola a llevar un ritmo más rápido.

- Oh, Juls. No sabes cuánto te necesito.

- ¿Porque te pusiste ese camisón transparente tan sexy?

- Para seducirte, simple y llanamente.

- Pues has conseguido lo que te proponías.

- Es la suerte del principiante, chiquita. Quizás deberíamos de comprobar si mi suerte resiste una segunda prueba. Añadió Valentina sonriendo.

- Una segunda o tercera, dijo Juliana acariciando su centro con sus dedos.


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By EvelWoods

La segunda oportunidad (Juliantina AU)- AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora