"Camila Mendoza"

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Ambos hombres se miraron preocupados, pero fue Armando quien la soltó y fue en busca de las gafas de ella. Las tomo en sus manos para luego alzarlas y darse cuenta, que tenía un vidrio roto y las patillas estaban completamente quebradas, inservibles más bien...

A: Mario... (asustado)

MC: Fue su culpa...

A: (alucinado) Oiga ¡que no solo yo soy el culpable de este desastre!

B: ¿Qué desastre? ¿Qué pasa con mis gafas? Me las pueden dar por favor.. . (estirando las manos) ¿Por qué no me las entrega?

MC: Vea Betty, creo que usted y yo iremos a un lugar...

B: ¿A un lugar? ¿Qué lugar? ¡Yo no puedo!, tengo mucho trabajo que hacer, así que ya deme mis gafas...

Pero no se las entregaban y ella ya se estaba sospechando lo que había sucedido, así que volvio a estirar sus manos, pero como veía que nada pasaba dio un grito sorprendiendo a Mario y trayéndole recuerdos a Armando...

B: ¡QUE ME DEN MIS GAFAS LES DIGO!

MC: (asombrado) ¿A esto se refería cuando me contó que…?

A: (con un revoloteo en su estómago que no sabía a que se debia) Sí… así, mismito… Oiga Betty no sabía que era ud tan gritona ni que se gastaba tamaño geniocito.

B: (ácida) Lo aprendí de usted, ¡ahora deme mis gafas ya!

Mario no pudo evitar soltar la carcajada ante las palabras de ella, que genio tenia la niña... Y eso le pasaba por sacarle defectos a los demás, sobre todo si eran los mismos que poseía él...

Armando solo frunció el ceño, no le gustaba para nada esta Betty tan respondona y menos con él, pero la verdad es que algo en él se removía siempre que ella sacaba a luz este carácter tan bien oculto que tenía... Al final le entregó los lentes y cuando ella se los quiso poner casi soltó la carcajada, pero ante su ceño fruncido prefirió callar...

B: Están inservibles ¿Qué hago ahora? ¡No veo nada sin ellas!

MC: Por eso le digo que los dos iremos a un lugar, más bien a la óptica...

B: Pero es que no tengo…

A: Si es por la plata no se preocupe que corre por nuestra cuenta, sobre todo porque es culpa nuestra ¿Cierto Mario?

MC: (no muy seguro) Cla… claro ande vamos, no va a estar todo el día así ¿No?

B: (suspirando) Por supuesto que no, me comenzaría a doler la cabeza sin ellos, permiso voy por mis cosas...

Betty estiró los brazos, así no chocaría con la pared, mientras que Armando y Mario aguantaban la carcajada por lo cómico de la situación... Al rato ella ya estaba en la oficina de su jefe nuevamente y Armando tomó su maletín a la vez que Mario la tomaba de la mano, tampoco andarían a paso de tortuga, cuando se dio cuenta que su amigo los seguía...

MC: Oiga ¿Usted dónde va?

A: ¿Cómo que a dónde voy? Pues con ustedes...

MC: Esto si que no... Armando tiene que revisar los informes y aprobarlos, así que usted se queda...

A: (hecho niño chiquito) No, pero…

MC: ¡Pero nada! Ande no sea niño y haga su trabajo... (dijo burlista ante la cara de fastidio de su amigo)

Y con ella de la mano salió rumbo al elevador... Las secretarias se asombraron por verlos de aquella manera y la que no pudo quedarse callada fue Patricia, pero resultando totalmente ignorada por ambos...

TU LLANTO FUE MI SALVACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora