"El lanzamiento"

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Ya todo estaba listo para el evento de esa noche... Hugo como siempre tuvo un ataque de histeria y él lo calló de un solo grito, claro que no se salvó de los reproches de su parte... “Que él era el culpable de que esa niña se volviera loca, que sino se dedicara a seducir a las niñas, se evitaría estos problemas”... y mil cosas más que prefirió no seguir escuchando. Así que se fue a la entrada a recibir a los invitados, Mario estaba a su lado como siempre... De pronto alzo la mirada y vio que llegaban sus padres junto al amargado de Daniel...

DR: Hijo, te felicito, se ve todo maravilloso...

A: Gracias papá, pero ya sabes todo esto es merito de Cata y Betty que estuvo asistiéndola... (mirando como todo un granulla a su madre) Pero mamá ¡que bella te ves! (besándola)

DM: (sonriéndole) Tú como siempre de zalamero, pues si vieras el cambio de…

DR: Margarita, dijiste que no dirías nada mujer... (deteniéndola)

DM: Ay sí, es que aún no lo puedo creer... ¿Cata ya esta aquí?

MC: Llego hace unos momentos, junto a Camila...

No pudo evitar suspirar como tonto... El matrimonio al igual que Armando se le quedaron mirando extrañados por aquella reacción de parte de él y solo se salvo de dar explicaciones porque Daniel como siempre lanzaba una de las suyas...

DV: Veo que gastaste dinero que no tenemos ¿No?

A: Mira no quiero discutir contigo, así que no pierdas tu tiempo y desaparece, mejor ve a sentarte en tu lugar...

DM: (conciliadora) Ya Armando, no te alteres nosotros vamos a nuestros puestos... ¿Por cierto y Marcela? ¿Maria Beatriz?

MC: Marcela llamo en la tarde, dijo algo de que el vuelo se retrasó, así que se irían al apartamento de ella y se venían de inmediato.

DM: Veo, buenos nosotros vamos a nuestros lugares, por cierto muchachos, no les he dicho lo guapos que se ven los dos... (sonriéndoles)

Armando aquella noche vestía un esmoquin blanco, la camisa era de color salmón y la corbata era de un tono burdeos, en cambio Mario lucia un traje color café, con la corbata a tono y la camisa blanca y por supuesto cada uno oliendo como unos dioses...

A: Gracias mamá por el cumplido...

Daniel le dirigió una sonrisa irónica y él se la correspondió en la misma medida, sabia que estaba molesto porque se le adelantó a sus planes, pues si hubiese sido él quien contará la verdad su deseo de dividir la empresa no se viera ahora más lejano, sobre todo porque su padre no lo permitiría y sus hermanas no estaban de su lado.

Ellos siguieron en su tarea de recibir a los invitados, cuando vieron a Marcela entrar del brazo de su hermana. Ninguno de los dos podía creer que era la misma que había salido hace dos semanas de la empresa con el corazón roto... En su mirada se notaba la calma y la serenidad, algo que jamás pensaron volver a ver, así que fue inevitable que ellos recordaran a la jovencita agradable llena de sueños que fue...

Vestía un sencillo vestido rojo que tenía un escote muy pronunciado al igual que en su espalda, solo que en este último era cruzado... Era largo hasta las rodillas y las combinaba con unas sandalias negras y como complementos llevaba una cadena de oro, al igual que los aretes y por su puesto su melena negra un poco más larga de la habitual. En cambio Maria Beatriz llevaba un pantalón azul hasta el tobillo y unas sandalias negras, pero además una blusa de colores al igual que las plumas que llevaba rodeándole el cuello, “Unica como siempre”... El primero en hablar fue Mario...

MC: Marcela Valencia, pero déjame decirte que te ves realmente bella...

MV: ¡Y tu un adulador como siempre!

TU LLANTO FUE MI SALVACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora