El lenguaje más oscuro de las flores

Capitulo 12

Primavera 2002

Hermione se despertó con el sonido de la televisión en la otra habitación, los chicos estaban a cada lado de ella en pijama. Apenas recordaba haber llegado tarde a la cama después de que Luna la convenciera de ver no solo El Señor de los Anillos sino también otra película de fantasía. Luna siempre estaba llena de una alegría tan inocente que era difícil decirle que no.

Hermione sabía de lo que era capaz Luna más que la mayoría, pero aun así era un ser tan etéreo que encontraba placer en las cosas más pequeñas. Hermione se encontró siempre queriendo alimentar la alegría de una de sus mejores amigas. Ella simplemente no pudo evitarlo. Sin embargo, ahora estaba pagando por ello, le dolía la cabeza y le dolían las piernas por estar sentada demasiado tiempo.

Se sentó y miró a los niños, tratando de discernir si estaban mejor.

¿Ya comenzaron a ayudar las pociones y las medicinas? Realmente no podía decirlo y era más que frustrante. ¿Estaba el color de Theo un poco mejor? Tal vez los ojos de Draco estaban un poco menos hundidos. La parte más difícil sería esperar unos días más para darles otra dosis de la poción para aumentar de peso que había adquirido de Luna. Solo necesitaba que recuperaran la salud. Quería oír sus voces y sus caricias. Necesitaba ver una mirada en sus ojos que la reconocieran.

Una bola naranja gigante de pelusa se catapultó sobre la parte superior de la cama junto a ella y se pavoneó con la cola en el aire para sentarse junto a Theo. Crookshanks había estado escondido durante días, desde el día antes de que los Aurores le trajeran a los niños, de hecho. El imbécil que Harry había enviado en su lugar para inspeccionar su casa había sido grosero y ruidoso. Había tenido que recordarle varias veces que ella era una Auror en una misión especial como supervisora de libertad condicional y no una criminal. Ya había escrito a Harry y Kingsley para quejarse del hombre. Ambos habían prometido que no volvería a inspeccionar su casa, pero ella se estremeció cuando se dio cuenta de que en su lugar estaría inspeccionando el piso de Luna, la casa de Oliver o el ático de Daphne Greengrass. Ninguno de ellos merecía ese tipo de trato tampoco, y no

Intentó no ponerse celosa cuando Crookshanks se acurrucó contra el cuerpo de Theo, ronroneando con fuerza, y mientras dormía, Theo pasó las manos por el espeso pelaje del medio kneazle.

Ojalá hubiera pasado sus dedos por mi cabello de esa manera.

Honestamente, Hermione se conformaría con que Theo reconociera que ella existía. También le gustaría escuchar una sola palabra de sus labios. Estaba acostumbrada a sus bromas y su humor; este caparazón silencioso le estaba rompiendo el corazón.

Ella les hizo avena y yogur con avena remojada como le había sugerido el médico. Cosas suaves que potencialmente no perforarían sus intestinos hambrientos. La idea de que se desangraran internamente porque les dio la comida equivocada fue suficiente para que quisiera vomitar. En cambio, se obligó a tomar una taza de té y comió un pequeño tazón de yogur con granola mientras los observaba.

Le dio a Theo y Draco sus pastillas con más té. Le preocupaba que ambos pudieran enloquecer por los inhaladores muggles, pero respiraron con facilidad cuando les pellizcó la nariz. Estaba nerviosa por tener que hacer esto varias veces al día, pero si seguía así, con suerte ambos mejorarían pronto.

El vitral geométrico verde y azul arrojaba un brillo magnífico con la luz de media mañana en su baño, y Hermione disfrutó del brillo por un momento mientras dejaba a los hombres solos para beber su té. Parecían no tener problemas para comer y beber con automaticidad. Estaba contenta por eso, no sabía si podría soportar darles de comer con cuchara. Si hubieran sido tan malos, probablemente los habría registrado a ellos ya ella misma en St. Mungo y simplemente se habría dado por vencida.