Capítulo No.18

87 17 17
                                    

¿Cómo era posible que Hyun le doliera más que SooHyuk?

Mientras Saeng regresaba a su departamento, no dejaba de pensar en aquello. Pero la verdad era que no le dolían ni SooHyuk, ni Hyun, le dolía la decepción, la confianza rota, la impotencia de no entender por qué diablos eran unos 'IMBÉCILES' con letras mayúsculas.

Los dos días que siguieron fueron una completa tortura. Saeng buscaba desesperadamente un abogado que pudiera ayudarlo, pero el estado no asignaba abogado de oficio para problemas como aquellos. Sabía que no tenía dinero para pagar un buen abogado, pero intentó llamar a algunos porque sabía que siempre estaba el que tomaba algún caso gratis. Sin embargo, la respuesta fue desesperanzadora: al menos en ese momento no había nadie tomando casos gratis.

Su siguiente opción fueron las fundaciones de ayuda a la mujer y al doncel, pero en las dos que había en la ciudad le dijeron lo mismo.

"Lo siento, podemos ayudarte con mucho: ropa, alimentos, trabajo... pero no tenemos abogados".

Para el lunes en la mañana Saeng tenía la desesperación a flor de piel y sentía que no había dormido en dos días. El dolor que le había causado Hyun literalmente había quedado enterrado debajo de toda la preocupación y la angustia que sentía.

Esa mañana dejó a SuJin en la guardería y notificó a Recursos Humanos que no podría trabajar la mañana. Luego tomó un autobús hacia el juzgado. Saeng respiró hondo y entró en la sala. Los paneles de madera oscura y los rostros severos de los abogados creaban un aire de solemnidad que lo asustaba mientras contemplaba la escena.

Buscó a SooHyuk por toda la sala, con el corazón acelerado. Finalmente, lo vio en la esquina del fondo, con aquella actitud de triunfo reflejada en el rostro. Saeng sintió el escozor de las lágrimas en los ojos y apartó rápidamente la mirada.

Muy pronto un funcionario los mandó a ocupar sus lugares y SooHyuk no se sorprendió de que el fuera solo.

Saeng se sentó en el borde de su asiento mientras comenzaba el procedimiento. El juez dio su discurso de apertura y Saeng se inclinó hacia delante, escuchando atentamente. La vista determinaría si podía conservar o no la custodia de su hija, pero sabía que, aunque la ley estaba de su parte, probablemente no fuera rival para el poderoso abogado que representaba SooHyuk.

"Lo primero es determinar la paternidad de la menor. El señor Heo debe presentarse con la niña en un plazo de cuarenta y ocho horas en el laboratorio del juzgado para realizar el examen de ADN". 
Dictaminó el juez y la sesión se levantó.

Saeng se quedó rígido en su asiento, sin apenas atreverse a respirar, pero sabía que no tenía otra opción que obedecer. Salió de allí con el corazón encogido, pero antes de que llegara a la puerta SooHyuk lo detuvo.

"Tienes una opción. Puedes venir conmigo y olvidaré esto".

"¿Ir contigo?"

"Si. Vuelve a ser mi esposo y olvidaré la demanda. No tienes que preocuparte de SuJin, yo me ocuparé de los dos como debí hacerlo desde que nació. De esta manera, ninguno de los dos tendrá que pasar por el examen de ADN y yo retiraré la demanda".

Saeng lo miró con asombro, no podía creer lo que estaba escuchando.
"¡Jamás!"

"Esa es mi única oferta, Sangi, no la desprecies. Si no la aceptas, tendré que seguir adelante con el procedimiento y tú perderás la custodia de tu hija".

"¡Maldito infeliz!"
Dijo con asco.

"Lo que tú quieras, pero tengo todas las posibilidades de ganar y lo sabes. Así que la elección es muy fácil: Puedes ser un omma feliz para SuJin, tendrás la casa que siempre quisiste, todo lo que siempre anhelaste y la vida que mereces tener... o puedes quedarte en tu mugre departamento vacío solo, porque yo me llevaré a la niña".

Todo por una piadosa mentira.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora