SooHyuk había bajado la escalera de su mansión rezongando porque la visita, según la empleada doméstica, parecía muy urgente, y se había impresionado al ver a aquel hombre en la puerta de su casa.
Nadie tenía que decirle que era abogado, todo en él lo gritaba, desde el elegante traje negro hasta la carpeta de documentos que llevaba en la mano.
"Buenos días, joven Lee. Soy el abogado principal de Sport Kim’s, por tanto, soy el abogado del joven Heo Young Saeng. Vengo a notificarle que la guardería a la que asiste su hija se ha declarado apta de nuevo. Solo estoy aquí para entregarle la orden del juez, si en treinta minutos su hija no está en la guardería que se determinó en el juicio, en treinta y cinco estaremos ingresando una nueva demanda por custodia".
Dijo el hombre con voz firme.SooHyuk miró fijamente el papel mientras trataba de comprender lo que estaba leyendo.
"¡Eso es imposible! ¡Los trabajadores sociales...!"
Dijo SooHyuk que ya esperaba ver a Saeng arrastrándose frente a su puerta para ver a la niña."Los trabajadores sociales a los que les pagó ya fueron despedidos, joven Lee".
Dijo el abogado con una sonrisa. Se dio la vuelta y dejó a SooHyuk allí, atónito y furioso porque su perfecto plan de hacerle la vida difícil a Saeng había fracasado al menos por aquella vez. Dejar a la niña en el edificio fue como someter su orgullo, pero saber que el idiota del dueño estaba detrás de todo era mucho peor.Mientras tanto Saeng solo sentía que toda la felicidad del mundo volvía a él mientras sostenía a su hija contra su pecho, y aunque sabía que en la tarde tendría que dejarla ir, al menos tenerla allí de nuevo era una pequeña batalla ganada. La arrulló hasta que se quedó dormida y luego cruzó el pasillo para ir a trabajar.
Sin embargo, apenas cerró la puerta de su cubículo cuando Kai se asomó.
"Saeng, ¿puedes venir un momento? Hay alguien que debo presentarte".Saeng lo siguió enseguida y cuando entraron a su despacho se encontró de frente con un hombre alto y de aspecto intimidante, aunque su rostro en el fondo mostraba cierta piedad.
"Saeng, el Licenciado KrisWo, es el abogado principal de nuestra empresa, y fue él quien resolvió el problema de la guardería. Si tú estás de acuerdo, puede ser tu abogado en el caso de apelación por la custodia de SuJin".
Le explicó Kai y él abrió mucho los ojos.El sintió que el corazón se le iba a salir del pecho.
"Mucho gusto, licenciado KrisWo... y le agradezco inmensamente lo de la guardería, pero no creo que sea capaz de cubrir sus honorarios".
Saeng murmuró pasando saliva."No se preocupe por eso, joven Heo, mi sueldo en esta compañía incluye resolver cualquier situación legal de cualquiera de sus empleados, no solo los suyos".
Respondió y aquella amabilidad era casi una orden."Así que porqué mejor no nos sentamos a revisar el caso y vemos qué podemos hacer para devolverle a su niña".
"Claro... si...".
Saeng no tuvo tiempo ni de objetar cuando ya el licenciado KrisWo lo guiaba a una sala de juntas y hacía una revisión de todos los documentos y declaraciones del juicio anterior. Una hora después cerraba aquella carpeta y sonreía quedamente."Bien, comencemos por lo urgente: Necesita una casa habitable, con muebles, con servicios, con adornitos hechos a mano para que se vea familiar, ya sabe. ¿Eso se puede conseguir de momento?"
Saeng parpadeó un par de veces."Bueno... en estos días debo recibir un bono de la empresa... procuraré comprar todo lo que pueda".
Respondió."Perfecto. Lo que sigue son denuncias, muchas. Tenemos que demostrar que el joven Lee, realmente no está interesado en la niña, sino que la usa para manipularlo, así que usaremos a todos los testigos posibles para confirmar el robo y abandono de los dos. Puso un papel en blanco delante de él y una pluma.
Anote ahí los nombres de cualquier persona que haya conocido en ese tiempo".
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Todo por una piadosa mentira.
Fanfiction¿Qué haces cuando tu vida parece caer en el fondo del Abismo una y otra vez, por la persona que creías que te amaba? Y llega alguien que te salva de llegar a lo más profundo, abriendo un mundo maravilloso. Pero por malos entendidos del pasado, se fr...