Capítulo 3 | por un pastelillo

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Sakura.

Cierro la puerta del casillero con mucha más fuerza de la normal, consiguiendo que las personas a mi alrededor se sobresalten un poco; esas mismas personas que se alejan a pasos rápidos mientras continúan murmurando un montón de tonterías acerca de cosas que claramente desconocen. Son tan molestos.

—¿Qué demonios es lo que sucede contigo Sakura? —Cuestiona Ino. Dejo que aquel aire que estaba conteniendo se escape lentamente de mis pulmones; mientras tanto intento inútilmente relajarme un poco. Algunos de los acontecimientos de recién me tiene de los nervios, escuchar a todos murmurar sobre Sasuke como sí de repente supieran absolutamente todo sobre él y su vida es bastante molesto; actúan como sí él no pudiera escuchar todo lo que dicen ¡Son una manga de insensibles!

—Todo el mundo sigue hablando tonterías ¿Quién les asegura a todos que ellos dos realmente terminaron su relación? Muchas veces las parejas tiene graves desacuerdos que con el tiempo terminan por resolver pero aunque no fuera así ¿Por qué son tan jodidamente insensibles? —Cuestiono lo más quedito que puedo. A decir verdad es bastante evidente que lo que había entre ellos dos se terminó sin más; todos pudimos darnos cuenta de eso cuando sus círculos cercanos se dividieron por completo.

Es decir, ellos dos aun hablan de vez en cuando y pareciera que siguen siendo amigos; pero ya no pasan tanto tiempo el uno junto al otro. Desde hace más de dos semanas no parecen más que simples conocidos. Pero aun con que es bastante evidente ninguna persona tiene derecho a hablar de ellos a sus espaldas; mucho que menos a inventar chismes molestos o a buscar culpables en toda la situación.

—Él no debe estar pasándola nada bien y todos ellos solo lo están empeorando —Murmuro conteniendo un par de lágrimas provocadas por el enojo y la frustración.

Matsuri quien está a mi lado frota mi espalda con un movimiento suave; puedo observar cómo es que ella se muerde el labio, la evidente frustración acompaña el gesto. Seguro que también quiere decir lo enojada que esto la pone o quizá quiere ir a donde Sasuke y mostrar su posición de apoyo porque así es como es ella; pero lo cierto es que sabe bien que lo mejor es mantener la distancia con Sasuke en parte por la pena que le consume gracias al incidente entre Gaara y él y también porque es gracias a eso que hay tantos rumores sin sentido en el medio.

—Vayamos a comer algo; eso seguro que mejorará tu estado de ánimo —Murmura. Asiento suavemente mientras permito que ella me arrastre hasta la cafetería de la escuela.

Donde para mi muy mala suerte me recibe el terrible olor de lo que sea que es la comida del día de hoy. Sin demasiados ánimos me formo en aquella enorme fila únicamente por la constante -e insoportable- insistencia de Matsuri quien se encuentra desesperada por poner algún tipo de alimento en su estómago; aunque me pregunto sí aquello que huele tan mal será del agrado de alguien tan quisquillosa como ella.

El ruido que producen las fuertes gotas de lluvia al caer y golpear cada uno de los vidrios que cubren el lugar me distraen casi por completo; ese día no podía haberse arruinado aún más, en la mañana no había pronóstico de lluvia así que fui completamente descuidada con el tema y ahora por más que no lo desee debo quedarme en estas cuatro paredes; en un ambiente inundado por completo de aquel terrible olor. Olor que debo decir pertenece a una fea sopa de orígenes dudosos.

Si no fuera por la lluvia abandonaría este lugar ahora.

—Vaya desastre. Esto realmente luce terrible —Comienzo a lloriquear.

No tengo intenciones de ofender a aquellas personas que se encargan día tras día de hacer el almuerzo, eso debo aclararlo; pero no puedo evitar sentir desagrado ante aquella sopa. Matsuri a mi lado asiente a cada una de las cosas que digo respecto a aquella cosa; porque es que incluso cuando nos encontramos sentados no puedo dejar de quejarme; aunque seamos sinceros, me parece que más bien quiero desquitar toda la furia que las personas me producen arremetiendo contra la fea sopa, que; si bien no es para nada culpable de toda esta situación sí que resulta ser un perfecto saco de boxeo para mi furia

Caer en el amor es... ¿Dulce?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora