Capítulo 6 | Por una fiesta.

44 7 27
                                    

Sakura.

—¿Estás completamente segura de que vas a poder soportar esto por más tiempo? —Inquiere Ino lo más quedito posible, escondiéndose un poco detrás de su casillero como sí pretendiéramos no hablar de nada en absoluto. Asiento a su pregunta mientras intento engañarme con una sonrisa que más bien termina pareciendo una mueca; ella niega mientras pone un par de libros dentro de su casillero y lo cierra.

Ella sabe tan bien como yo que ni una sola de mis palabras es sincera y que solamente intento engañarnos, la realidad es que estoy a nada de explotar; estoy cansada de toda esa basura y de la gente que me rodea. Quizá para este punto sea bastante obvio, pero; odio los rumores sobre todo los que llevan mi nombre en el medio, los cuales me han perseguido en los últimos meses, diría unos cuantos, pero han sido más de los que puedo contar ¿Por qué? Porque a todo el mundo le encanta sacar conclusiones por demás incongruentes; a los demás les encanta hablar de lo que los otros hacemos o no con nuestra vida privada, les encanta hablar acerca de con quienes nos rodeamos y creer que lo que suponen de nuestras vidas como la única realidad.

Podría decir en otras palabras que es porque nadie está muy convencido de que lo mío con Sasuke sea solamente una amistad y porque según ellos ni siquiera como amigos soy alguien digna de estar cerca de él, y bueno he de decir que a mí me sigue pareciendo curioso el repentino interés de Sasuke hacía alguien como yo, pero eso no le da el derecho a hablar a los demás ¿Por qué hablan de mí de esa manera tan agresiva? La mitad de ellos ni siquiera me conoce.

Sin embargo; por más que patalee en medio del pasillo la gente no dejará de ser como es, poco les puede importar los sentimientos de los demás ¿Creen que no me he dado cuenta de que no soy ni de cerca como Hinata? Basta con dar una mirada rápida a ambas para notar eso, ella es amable, políticamente correcta, tiene una apariencia casi perfecta mientras que yo, suelo desesperarme con facilidad y gritar a todo el mundo, soy desordenada y casi nunca me preocupo en arreglar mi apariencia o mi cabello.

Sé que no soy como ella, ni como ninguna de las otras personas que rodean a Sasuke, porque nuestra amistad es simplemente natural y un tanto rara, no soy como el resto que está observando que puede obtener de él, al menos eso es lo que ha dicho Sasuke. Y personalmente me hace sentir un poco mejor aquello, porque siento que ese tipo de amistades tan rebuscadas no son buenas ¿Cómo podrías esperar encontrar a alguien sincero? Lo mejor es conectar con los demás; dejar que las cosas fluyan y que nuestras almas sean las que hablen por nosotros.

—Todos esos problemas te los podrías ahorrar si pusieras una buena distancia entre el muchacho Uchiha y tu —Murmura de repente Deidara a mis espaldas. Quiero responderle algo que le deje esa boca suya cerrada por un buen tiempo pero no encuentro nada lo suficientemente bueno como para refutar lo que ha dicho, además; es seguro que lo dice con la única intención de molestarme, esa es su actividad favorita y lo consigue porque me enfada no poder defenderme.

Sucede que en el fondo él tiene razón, él por primera vez en toda su vida tiene razón.

Mi principal problema es con las admiradoras de Sasuke, y es cierto que todos los roces con ellas se terminarían sí pusiera una distancia sana y prudente entre nosotros dos pero ¿Quiero hacer una cosa como esa? Por supuesto que no, la verdad es que no quiero y tampoco creo que pudiera ¿Por qué acabaría así de la nada con esto que se siente como un sueño solo porque a unos cuantos les enoja que las personas continúen sus vidas fácilmente? Lo mejor que puedo hacer ante las circunstancias es ignorar a los demás, a Deidara y a sus comentarios tontos, no quiero decir nada que termine comprometiéndome de más.

Silenciosamente me dirijo hasta el patio de la escuela, ahí los árboles son libres de moverse con el viento, al aire es tranquilo y puedo respirar con tranquilidad. Un par de segundos más tarde Sasuke ocupa el sitio vacío a mi lado tal y como ha estado haciendo en este último mes, desde aquel día en que llegó en compañía de Neji hasta nuestra mesa él ocupa los espacios vacíos junto a mí; le sonrío y él me devuelve el gesto de una forma casi discreta.

Caer en el amor es... ¿Dulce?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora