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Los señores Han junto a los Lee habían escuchado la discusión de sus hijos.

Ambas familias estaban sorprendidas al saber que sus hijos, futuros CEOS de sus propias empresas familiares.

Estaban... predestinados.

Lo primero que pensó la Sra. Han fue en las ganancias que tendrían al unir las dos empresas.

Al solo pensarlo se sentía tan emocionada que generó rápidamente un plan, esperando que fuera aceptado por los Lee.

— Así que son predestinados. — dijo la Sra. Lee feliz por la noticia. — Deberíamos juntarlos más.

— Tienes razón. — continuó su esposo. — Eso nos beneficiaría, claro, si entiende de lo que hablo.

— Por supuesto. — se apresuró a decir la señora Han. — Tengo un plan perfecto.

— Cuéntanos. — dijo la pareja Lee al unísono.

— ¿Cuando es el celo de Minho? — Los señores Lee se vieron entre ellos y empezaron a reír. — Sabemos como un alfa se comporta en su celo y al ser predestinados...

Las risas se hicieron más potentes hasta que la voz del Sr. Han se hizo presente.

— Me gusta la idea. — Los Lee asintieron gustosos.

Sus bolsillos estarían muy llenos, era lo único que les importaba.

Estaban seguros de que sus hijos comprenderían.

Esto se trata de negocios.

Pero en realidad estaban equivocados.

Mi lindo omega - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora