♦️10♦️

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Hera

—-Necesito que me informes sobre todo lo se haga y diga en la central.—tomamos asiento en uno de los bancos al aire libre en los campos de la central.

—-Tiene sospechas de algo capitana Sherwood.

Odio que me hagan preguntas estupidas más aún cuando yo soy la que mando ahora.

—Teniente Edwarth limítese a responde lo que le pregunto. Ahora dígame cómo fueron los últimos días del Capitán
Mike Volklof.

—Pues recuerdo que una noche antes fue con el general y los capitanes Nick y Anthony, a un club en el centro de la ciudad. Nada raro a decir verdad...—Hace una parada y continúa.—Aunque si se le notaba nervioso y distraído en los últimos días y una que otra vez lo vi hablando muy agitado con él general .

Escucho todo lo que me dice mientras reviso la caja con los documentos y objetos personales del difunto.

—-Capitana yo no creo que la muerte del capitán halla sido un suicidio o por causas naturales.—Poso mi vista en su mirada, y mi atención de posa en el..—-Perdone mi atrevimiento pero la ayudaré en lo que necesite solo hágalo saber, fui buen amigo del capitán y lamenté mucho su muerte.

—Bien, empiece por describir a las personas a su entorno.

Ordenó.

—-Bien el capitán Nick Mirclov es el líder de una de las mejores tropas, es divorciado, tiene un pequeño y su exesposa viven a las afueras de la ciudad, el capitán Anthony Vladimof es pues... mujeriego hijo de uno de los generales más poderoso ya retirados... en fin nada fuera de lo común...

—Y usted... —poso mi vista en los papeles.—qué hay de usted Teniente Edwarth.

—-De mi no hay nada que decir capitana, solo soy un soldado.

Mientras reviso lo que ordene que me trajeran no encuentro nada que me dé indicios de la muerte del capitán, ni siquiera una pista...

Tomo la foto en la que el capitán se encuentra con el general y los capitanes de la central, sospecho que fue hace años ya que la fotografía es ha blanco y negro y la calidad no es muy buen.


—-Bien... retírate...

Ordenó al teniente quedando sola en el lugar, una brisa fría hace que las hojas sueltas intenten tomar vuelo, organizo todo pero Justo en el fondo de la caja en la que están las cosas encuentro una pequeña libreta.

Al abrirla noto los números privados, citas en agenda entre otras cosas y mientas ojeo la pequeña libreta noto la dirección enmarcada en ella...

"Club Moscú"

Tomo la dirección y organizo todo, encaminándome hasta el depósito de la central envío la evidencia al departamento correspondiente.

Es sábado por lo que los soldados no internos toman el fin de semana para despejarse y salir a sus respectivos hogares.

Preparo mis cosas ya que no he tenido tiempo de pasar por el departamento que mi padre me asignó el tiempo de estadía en Rusia.

Es en el centro de Moscú por lo que me dirijo a la enorme cochera de la central, tomo las llaves de mi chaqueta y al presionar un botón el auto enciende sus luces y abre sus puertas. Bien....

Abordo el Lamborghini Urus negro el cual a una máxima velocidad resuena en el asfalto dejando atrás la enorme central militar del ejército Ruso.

Al llegar a la enorme ciudad, el JPS me lleva hasta el apartamento en uno de los condominios más lujosos y extravagantes de Moscú.

Estacionó mi auto e inmediatamente dos agentes especiales resguardan mi seguridad me guían hasta el ascensor dejándome en las puertas de mi departamento.

Respiro profundo cuando el agotamiento por las horas que no he dormido cobran factura.

Si, soy un soldado y cuando estoy en batalla soy letal pero mierda, cuando puedo y tengo tiempo de descansar esa letalidad necesita recargas.

La sala es enorme y la cocina es... decente, pero es lo de menos cuando paso a mi cuarto... es enorme y a mi gusto.

Afuera hace un frío del carajo por lo que ajustó la calefacción. Preparo un baño de espumas en el jacuzzi y me desnudó para proceder a este.


Sumerjo mis piernas en el agua a temperatura ambiente para seguir con todo mi cuerpo, tomo una copa de vino y las velas aromatizantes me distraen por completo.

Tomo mi IPad a un lado, y verifico la ubicación de mi hermana la cual no se ha movido de la villa en Toscana, eso me trae paz.

Envío mi informe de los dos últimos días a mi padre para que esté al tanto del todo. Por otro lado busco información acerca del club en Moscú y efectivamente es un club en el que los principales miembros son políticos, militares y uno que otro multimillonario.


Suelto el aparato inteligente y cierro mis ojos dejando que la espuma bañe mi cuerpo.

Mis manos se deslizan por mi entrepiernas, muerdo y me relamo los labios recordando la última ves que tuve sexo casual en un bar de Polonia.

Eran dos hombres ambos de alta estatura, los polacos no son muy mi tipo pero estos destilaban lujuria, ambos se conocían, habían visitado ese lugar un par de veces por lo que pude saber.

Ambos me miraban mientras yo estaba en la barra, deseosa y excitada con más de un 60% de alcohol en mi sistema.

La noche transcurría y entre besos de tres, caricias y morbosidad terminados en un cuarto de hotel, ambos de rodillas ante mi lamiendo mis piernas, ambas lenguas lamiendo mi canal.

Fue una experiencia única, jamás había estado con dos hombres al mismo tiempo más aún cuando sentí dos vergas penetrar al mismo tiempo.

Ame ponerme de rodillas y recibir en mi boca sus...



La alarma suena, sacándome un sueño real, quito la espuma de mi cuerpo, salgo del Jacuzzi y noto el buzón el mi móvil, es hora de continuar con la misión.

Me preparo casualmente para ir al dichoso club, acomodo mis botas hasta las rodillas con un vestido negro que apenas cubre mis muslos, dejo mis largos cabellos sueltos y hago notar mis rasgos faciales con maquillaje dándome un aspecto todo menos de inocente. Me coloco un abrigo de cuero ya que la nieve aún no da tregua.

Salgo del apartamento abordando mi auto, la noche se hace presente mientras que me acercó más y más a mi objetivo.

Maldición [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora