Maldición [+21]

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Hera

No puedo decir qué hay preocupación en sus palabras, mi padre no es de ese tipo de persona que demuestra esa clase de sentimientos o ninguno.

Pero si puedo decir que hay seguridad en sus palabras el sabe lo que tiene y sobretodo sabe perfectamente a la agente que moldeó a su imagen y semejanza...

—-El general me explicó todo, no confíes en nadie y siempre mantente alerta.

La voz del Ministro Sherwood me da la seguridad que necesito para seguir, el confía en mi, lo sé y lo siento.

—-No te defraudaré padre, lo prometo.

—-Lo se...—Por un segundo la línea se queda en silencio y escucho su profunda respiración.—Para mañana al medio día tendrás un nuevo departamento en uno de los mejores condominios de la ciudad. Espero prontas noticias.

—-Estoy trabajando en ello. Estamos cerca muy cerca.

—-Cuida de ti Hera...

—-Lo haré padre.

La línea se corta y mis pensamientos se organizan, noto los reconocimientos pegados a la pared del enorme despacho, pero la fotografía en el escritorio obtiene toda mi atención.

La pequeña Irina, sus hermosos ojos destellan un brillo enigmático y su sonrisa es hermosa.

Salgo de mis pensamientos no sé en qué momento, como o cuando me empezaron a gustar los niños... nunca, en mi y de mi no nace el deseo maternal, pero debo admitir que la belleza de esta pequeña y la dulzura que emana es encantadora y frustrante a la ves.

Me pregunto, qué habrá pasado con su madre, de repente las puertas se abren dándole paso al general.

No prestó atención a nada más que no sean los reconocimientos y medallas cada una en representación de los honores militares. En especial la medalla de Coronel, por la que tanto he luchado.

Me fijo en una de las medallas detrás de un vidrio, está es diferente a las demás y logro reconocer las siglas estampadas en esta...

—-Perteneciste al ejército italiano.

—-Fui capitán de las tropas de tu tío Alarick Sherwood.

La sorpresa se pinta en mi rostro, nunca pensé que la misma persona que tuvo que ver con mi entrenamiento personal también fue líder del mayor general ruso.

——Mi tío ha sido el mejor Coronel, no quiere sublevación nadie ha podido cumplir con lo que se necesita para tomar su puesto.

—-Por eso estás aquí no?.—Su mirada se posa en mi y por un momento recuerdo el momento que tuvimos anoche.—-Quieres demostrar que puedes ser esa persona.

—-Si eso, supongo. Todos quieren ese puesto por eso asesinaron a Mike por que él sería el próximo Coronel ruso pero alguien no lo quería ver ahí.

—-Afirmativo.

Su mirada me desconcentra, haciendo que mi abdomen bajo se contraiga y mis labios se sequen.

—-Debo partir a la central, ahora.

—Permítame llevarla Capitana...

—-No! No más molestias para usted, termine de disfrutar el fin de semana con su hija.

—-Al menos llévese mi auto.

Tomo las llaves que me ofrece y paso por su lado dejándolo solo en el lugar, subo hasta la habitación y tomo mi vestido roto y las botas en donde aún yace la pequeña memoria escondida en estas.

Salgo de la casa deseando que la pequeña no me viera salir. Me dirijo hasta la cochera y lo seis convertibles y las cuatro camionetas estacionadas me dejan pálida, no sabía que este vejete tenía tan buen gusto. Demonios.

Presionó el botón en las llaves e inmediatamente el Lamborghini Urus habré sus puertas.

He visto y conducido mejores autos solo que me sorprende el buen gusto del general Hackman.

Abordo el auto, y conduzco hasta la central en donde hago el débito protocolo de entrada, estacionó el auto y paso a mi pequeño dormitorio en donde agradezco a ver dejado algunas cosas y mi IPad.

Me doy una ducha y me coloco mi ropa de reglamento, busco la pequeña memoria y me acomodo en la cama para revisar la información.

Sam se encarga del trabajo pesado y en menos tiempo tengo el día exacto en el que el capitán Mike estuvo por última ves en aquel bar militar.

Tanto los tres capitanes como el general están en la mesa, el capitán Mike toma una llamada y sale del lugar los demás van tras el pero es el general el que aborda su auto y salen del lugar, los otros dos capitanes se despiden y salen del lugar.

Reviso el expediente y dice claramente que una ves el capitán salió del lugar nadie más lo volvió a ver, pero... lo inquietante aquí es que el general se marchó con el, qué pasó después de que se fueron juntos, a donde fueron y por qué el general omitió esa parte en su declaración.