La música ambientaba el lugar, no se escuchaba más que cantos y gritos de euforia, hace mucho que el argentino no se asistía a ese tipo de fiestas.
—Hasta que venís, Leo, ¿y ya viste a la mina de allá?, que te ve como pedidora.
—Callate, sólo a vos se te ocurre esa mierda—negó con el rostro el de piel clara.
—No me jodas, Lionel, la facha que trae, ¿viste?, Antonela es re hermosa, haceme la segunda que su amiga es bellísima.
—Ni en pedo, vos sólo querés que vaya con Antonela para ligarte a la amiga.
—¿Y eso será un quilombo para vos?, si Anto es hermosa, Leo, sos un pelotudo si no aprovechas esta noche.
Lionel no pudo decir más, uno de los reclamos que recibía por parte de su padre también era el hecho de que nunca le había presentado una novia, las ganas del mayor por hacerlo ver como el hijo perfecto ante sus amigos lo llenaba de presión, sólo tuvo una novia hace algunos años y con eso le bastó para comprobar que no le gustaban las mujeres, pero si a su padre se le dificultaba comprender su amor por el fútbol, menos entendería su amor por un hombre, o eso creía él.
Te quedarás con mi compañia, y el día que tengás a tus hijos, ellos la van a heredar, vos y tu esposa tendrán una vida cómoda si sigues mis pasos.
Odiaba que su papá decidiera su vida sin cuestionarle su deseo.
¿Y a vos quién le dijo que yo quiero una esposa?, Leo pensaba eso, pero nunca se atrevía a mencionarlo frente a su padre.
Sergio, quien era el que mejor se llevaba con Lionel, le tocó el hombro y dio pequeños golpes en esa zona.
—Che, ¿cómo han ido las cosas con tu familia?, no hemos hablado casi de eso—le cuestionó Agüero, lo conocía lo suficientemente como para notar que algo extraño le sucedía.
—Una mierda, ya lo sabés, pero hoy no quiero ni pensar en eso, hoy mi padre y todos en esa casa que se jodan.
—Unas birras te harán bien— destapó la cerveza y la sirvió en el vaso de Lionel—andá, hoy a olvidarse de todo.
—Claro, de todo y de todos...—susurró Leo, tomando un trago, cerró los ojos y los apretó, hace mucho no bebía.
Las horas pasaron y todo se resumió a beber alcohol, botella tras botella, de un momento a otro la mirada de Lionel se perdía entre una hermosa y larga cabellera castaña, era de la mujer que desde hace mucho había intentado acercarse a él.
Pero seguía manteniendo su distancia, a pesar de la gran belleza que poseía esa chica, el recuerdo del mexicano llegaba a su mente, esos rizos sin igual, su sonrisa tierna y pura que aparecía en su rostro cada que lo besaba, Memo era lo más real que tenía en su vida.
—Creo que me iré—el argentino sentía que traicionaba a Guillermo—él me está esperando...
—¿Él?, ¿a quién te refieres?—cuestionó la mujer.
—A Gui... A mi padre—reaccionó antes de mencionar el nombre del rizado.
—¿Te vas tan pronto?—los ojos de la castaña reflejaron tristeza.
—Oye, Leo, ¿es eso o no querés estar con Anto?
Messi volteó enojado y cruzó mirada con la persona que soltó aquel comentario tan imprudente.
—A mí se me hace que sos puto, pues no me explico cómo podrías rechazar a alguien como mi amiga —gritó una mujer.
Todos estaban perdidos en el acohol, quizá la más sobria era Antonela, quien evidentemente se incomodó con los comentarios de los demás.
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Entre Lágrimas [MESSI X OCHOA]
FanfictionGuillermo Ochoa es un joven de 22 años que salió de México para ir en busca de su primer gran amor, esa persona sólo lo engañó y dejó a su suerte en Argentina, un país totalmente desconocido para Memo, para su buena o mala suerte, encontraría trabaj...