Capítulo IX

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«ᴀɴ̃ᴏs ᴀᴛʀᴀ́s»


—Tenés lo que cualquier pibe desearía, videojuegos, celular, los juguetes que cualquier persona desearía, ¿qué más querés?

—Quiero convivir con personas que compartan los mismos gustos que yo, mis hermanos están en Europa y yo me la paso todo el tiempo encerrado, me la paso de la escuela a la casa, quiero salir con amigos—respondió el desesperado argentino.

—Esos chabones de la calle con los que te juntas a jugar fútbol no son amigos, me tenés harto Lionel, siempre estás quejándote de todo, mañana te llevaré a mi empresa, ya es momento de que comiences a familiarizarte con ella y te olvides de esas boludeces.

La voz penetrante de Jorge se esfumó en cuanto la puerta se cerró con fuerza, dejando a Lionel solo en esa habitación tan grande para un niño de su edad. Su reflejo se apreciaba en la gran pantalla de la televisión que estaba justo enfrente de él, Messi la odiaba, pues de nada le servía tenerla si no podía compartir momentos de valor viendo películas o series con algún amigo, la consola de videojuegos también pertenecía a un lado de la TV, y por supuesto, Lionel sentía el mismo rechazo por ella.

Estaba cansado de jugar solo...
Tener todas esas cosas de "valor" le cobraba un precio aún mayor; el estar completamente solo.

Para su padre ningún niño era digno de tener la amistad de su hijo.

"No es de nuestra clase social, no dejaré que entre a esta casa, es capaz de robarse algo"

Todas esas palabras eran dichas sin ningún tacto frente a sus amigos, quienes no volvían a poner un pie en la mansión.

Lionel no podía refugiarse con nadie, sus abuelos no creían que su padre fuera lo que él decía, pues Jorge siempre trataba de dar la mejor cara ante todos.

"Jorge es un caballero, y lo de la clase social no te la creo, él trata muy bien a las personas que laburan en su casa, no inventes esas cosas y menos de tu padre, Lionel."

Nadie creía en un niño de 10 años, a excepción de Cristiano, su amigo de la escuela privada. Su único amigo...

Al principio se les complicó llevarse bien, pues Ronaldo era todo un niño mimado, caprichoso y acostumbrado a tener todo lo que quería, por eso nadie lo soportaba en la escuela, ni él a ellos, y como Lionel no soportaba tampoco a los demás, sin darse cuenta eran los amigos ideales.

—Sos insoportable, Ronaldo.

—Tú también lo eres—aunque Ronaldo nació en Portugal, poco a poco aprendía español, su inteligencia era innegable y eso le hacía tener el ego más alto, lo cual molestaba a más de uno.

—Por eso nadie quiere juntarse con vos.

—Tampoco contigo—dijo el pequeño Ronaldo, con una de sus rodillas lastimadas.

A pesar del rechazo que sentían el uno por el otro, Lionel no pudo pasar por alto las heridas del contrario.

—¿Qué te pasó ahí?—señaló.

—No seas entrometido, boludo—imitó el característico acento.

—A vos no te sale, callate—respondió molesto, se arrepintió de ser amable con aquel engreído niño.

El portugués le dio la espalda, intentando ocultar los gestos de dolor por aquella herida que sangraba en su rodilla izquierda, dio unos pasos y su pierna se dobló. Lionel ignoró el hecho de que Ronaldo rechazó su ayuda y se acercó para brindarle como apoyo su hombro al momento de caminar.

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⏰ Última actualización: Jul 18 ⏰

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Entre Lágrimas [MESSI X OCHOA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora