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Corrió tan rápido como pudo, ¡Y vaya que logró entrar más rápido que nadie! Parecía un cometa fugaz al poner sus pies en marcha, SeungMin lo vió y quedó realmente sorprendido, ¡¿Cómo era posible que alguien corriera tan rápido?! Era algo increíble de ver ante los ojos del castaño, su mejor amigo también lo visualizo pero no tenía nada que comentar, no se había quedado tan enteramente fascinado como Kim.

"¿Quién era? Jamás lo había visto" pensó SeungMin, pero estaba completamente equivocado, ¿¡Acaso era ciego éste chico!? Parecía ser que sí...

ChangBin estaba en el equipo de fútbol americano, por más que no le gustaba estar en contacto con mucha gente amaba ese deporte desde que era tan solo un niño.

Amaba correr por el campo llevando la pelota ovalada de un lado a otro e ir embistiendo a los demás jugadores, los esquivaba con facilidad y rapidez, era extremadamente ágil y audaz, sí habían tanto chicas como chicos los cuales caían rendidos por él, pero estaba demasiado ocupado amando a SeungMin como para ponerse a pensar o darse cuenta de ello.

¡Botaban la baba por él! De la misma manera que él lo hacía por Kim, lo amaba a morir y no tenía vergüenza de decirlo. Oh bueno, al menos sí al propio SeungMin, aún así no podía negar que lo amaba con locura.

Le había entregado su corazón telepáticamente, porque de hacerlo en verdad y no de manera literal se hubiera hecho bolita de la vergüenza, ¡Pobre chico! Era tan tímido cuando se trataba del menor, tanto que no tenía remedio... ¿O tal vez sí?

Tal vez el castaño le daría la metanoia suficiente para darse cuenta de que después de todo no es tan malo confesar su amor, lo ayudaría a ver las cosas de manera diferente.

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