malioboro

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ChangBin se sentía muy nervioso, ¿Y cómo no estarlo? Si la situación se trataba de SeungMin.

No sabía si vendría, tenía todo preparado y sería un mal gesto que su castaño no viniera a verlo... Tampoco quería ser muy negativo o ponerse a sobre pensar demasiado, a veces pensar las cosas de más no está bien.

"Es un muy lindo lugar para el gusto de SeungMin" pensó, para seleccionar el lugar adecuado ChangBin se basó en los gustos del castaño y en lo poco que lo había conocido durante esos tres días que pasaron volando.

Quería revelar por fin sus sentimientos por él, aunque le costara tanto debía dejar sus miedos atrás, por su felicidad, no estaba seguro de que Kim lo aceptaría, tampoco quería ponerse a pensar negativamente de nuevo, intentó relajarse tomando algo de café; SeungMin amaba el café, ¿Y qué mejor sorpresa que conversar con café? ¡De seguro le iba a encantar el ambiente! Eso ayudaría a liberar la tensión del momento y hacer que se relajen, pequeñas luces colgantes por el techo, emitían un tono amarillento que contrastaba perfectamente con la pequeña casita que por su mayoría estaba hecha sin pudor alguno, tal vez SeungMin podría llegar a sentirse descubierto por las paredes de vidrio transparente. Solo tal vez... Esperaba que no, realmente se había esforzado en que las cosas estuvieran de la mejor manera por no decir perfectas.

Una pequeña mesa en el centro con dos sillas a sus costados, una mesedora muy cómoda gracias a la almohada que reposaba en ella, mesitas con lindas plantas en macetas de barro, se sentía un ambiente muy agradable allí dentro, se podía encontrar ese sentimiento el cuál le llamamos "hogareño".

De verdad que ChangBin se había lúcido en hacer todo ésto, y todo por su pequeño SeungMin.