Mi Tiempo Contigo

𝐓𝐮 𝐔𝐧𝐢𝐜𝐚 𝐄𝐱𝐜𝐞𝐩𝐜𝐢𝐨𝐧

Cuando lo conocí no esperaba que tuviera el impacto tan grande y la lección tan fuerte que dejó en mi vida.

Su presencia en mi camino dejó marcado un antes y un después.

No creí que el segundo amor doliera tanto. Al contrario, creí que sería la primera persona que decidiera quedarse a mi lado por el resto de mis días.

Y por supuesto, no fue así.

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Durante mi primer amor te conocí.
Y durante un tiempo me ayudaste a curar el desastre que Wyet había dejado hecho conmigo.

Creo que jamás hubiéramos sido tan cercanos como lo fuimos esos años si la maestra de ciencias no nos hubiera puesto juntos en el trabajo de laboratorio.

Fuiste tú quién dió el primer paso.
Me dijiste tantas veces que te gustaba que perdí la cuenta. Pero nunca te correspondí porque no te conocía en ese entonces. Y hallaba tan ilógico que te hubieras enamorado de mí si tan sólo cruzamos algunas palabras durante ese proyecto.

Te conocí un par de años después, cuando por fin pude volver a verte de frente, y podía verte cara a cara todos los días.

Tu forma de ver el mundo siempre me pareció interesante. Y cuando me contaste sobre tus heridas no podía entender porqué una persona tan dulce y maravillosa como tú tenía grandes cicatrices en su alma.

Te rompieron el corazón un tiempo antes de conocernos. Y cuando al fin me enamoré de ti me había prometido a mi misma que te curaría, y te daría lo mejor que pudiera darte, porque te lo merecías.

Creo que al final sólo marcaste en mi las mismas cicatrices que te hicieron a ti.

Unos días después de decirte lo que sentía me dejaste por alguien más.

No eramos nada, nunca fuimos algo en concreto, pero se sentía como algo.

Nunca lloré tanto por una persona como lo hice contigo.
Una parte de mi cabeza decía que no merecías mis lagrimas, lo recuerdo muy bien.
Pero otra parte solo te deseaba a ti de vuelta.

Mis recuerdos contigo son tantos que no me alcanzan los dedos para contarlos.
Nunca en mi vida había tenido tantas experiencias maravillosas con una persona, no creí que fuera posible recordar tanto.
Pero, en mis noches más oscuras, podría decir que recuerdo cada día de ese último año en el que lo pasé contigo.

No tengo recuerdos malos juntos.
Algunas veces pienso en que mi memoria los bloqueo para no sentirme peor de lo que me sentí cuando todo ocurrió. Pero... No lo sé. Es algo que nunca entenderé.

Eres el único ser del que no tengo malos recuerdos. O tal vez esas memorias ni siquiera fueron mías, por eso ya no están en mi cabeza.

Tengo tantos momentos contigo que no puedo elegir solo uno como favorito, ni dos ni tres.
Son demasiados, y me hacen sonreír como tonta cada vez que vuelven a mi mente.

Te escribí una carta hace mucho tiempo. Así como lo hago ahora.

Al final de ella me despedía de ti.

En algun lugar leí que las personas que no se decían adiós, era porque salían de tu vida de forma tan silenciosa, que no te dabas cuenta.
Aquellos que se despedían era porque no querían irse.

Yo te dije adiós más de tres veces.

Aún tengo esperanzas de que algún día me escribas de vuelta.
Espero que me extrañes tanto como lo hago yo.
Porque no hay día que no piense en ti y en todo lo que vivimos.

Mi calendario marca éste día con tu inicial y un corazón hecho de humo.
El que alguna vez me dedicaste.

De verdad, espero volver a hablar contigo tanto como antes.
Porque a pesar de todo, quiero a mi amigo de vuelta.

... Feliz Cumpleaños, estrellita.