𝐌𝐢𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐧 𝐋𝐢𝐦𝐨𝐧

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Algunos días me pregunto si escribir (de nuevo) sobre ti.

Creo que ya he hecho unas cinco o seis cartas sobre ti. Sin contar los poemas y dibujos que tengo guardados en mi mesita de noche.

Recuerdo los días que pasé contigo, y es como si mi cerebro ignorara los momentos malos.
Lo único que puedo recordar son tus ojos. Y la forma en la que el sol brilla sobre ellos.
Se tornan de un color miel con un poco de verde limón a su alrededor.

La forma en la que se irritan tan rápidamente cuando les da la luz.
Como se achinan cada vez que sonríes.
Recuerdo ese brillo que tenían cada vez que me veías cuando recostabas tu cabeza en mis piernas.

Ugh y esa estúpida sonrisa.

Creo que nunca había caído tan bajo como ahora.
Me han gustado muchas personas a lo largo de mi vida, pero nunca me había sentido tan viva y feliz desde que tú llegaste a mi vida.

Han pasado tantas cosas desde la última vez que pude saborear tus labios.
Y se siente tan extraño cómo ahora que vuelvo a verte no puedo acercarme. Siento que ahora lo no tengo permitido.

He pasado los últimos meses rezando por ser algo más que solo tu amiga.
Aunque claro, los amigos no se besan.
Pero si no eramos amigos ¿Qué éramos?
Nunca llegamos a decir que eramos algo más.


Y ahora que te veo me pregunto si podré volver.

Cuatro meses se sintieron como uno.
Cómo es que me enamoré de ti en ese tiempo.

Las cosas iban rápido y luego de un momento a otro ya no.
Nos quedamos atrás y ahora siento que estoy estancada entre volver o no volver a ti.

Ni siquiera se si lo quieras o no.

Me gustaría que me dieras señales de vida.
De que ese corazón tuyo aún late por mi.
Que esas canciones de amor que hay en tu teléfono aún te recuerdan a nosotros.
Si aun conservas mis dibujos o si aún me consideras tu musa.

Por que yo si lo hago.
Cada maldita canción me recuerda a ti.

Y no puedo dejar de pensarte las 24 horas del día, todos los días.

Aun hay cosas que haces que me hieren. Lo que dices, las indirectas como si tuviera la culpa completa de que esto hubiera terminado de la forma en la que terminó.

Pero no puedo reclamarte.
Porque no eres mío.

Pero cuando te veo.
Cuando escucho tu voz.
Cuando siento tu presencia cerca me pregunto si te gustaría volver.

Porque a pesar del tiempo que ha pasado.
Mi piel se eriza y mis manos tiemblan cuando estoy cerca.

Aun siento ese sentimiento extraño en mi estomago que me dice que mi amor por ti sigue ahí.

Pero no quiero arriesgarme.

Sólo no pierdo la esperanza.


Creo que por ti, ahora, esperaría hasta el fin de los tiempos.
Y podría estar lejos de ti si no me quieres cerca.

Daría lo que fuera por abrazarte de nuevo.
Por acostarme en tu pecho y escuchar tu corazón.
Por sentir tu respiración cerca de mi.
Por escucharte hablar sobre mi como lo hacías antes.
Por tenerte de nuevo y al fin reclamarte como mío.

Lo único que quiero ahora es volver, y darte lo mejor de mi para hacerte feliz.

Me pregunto si eres el último amor del que hablaba hace unos años.
Ese amor que dura para toda la vida.

Siento que si decides no estar conmigo. No te olvidaré jamás.
Y tu fantasma me perseguirá para siempre hasta el día de mi muerte.

Mi Tiempo ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora