Todo se desmoronó , tu me ayudaste a reconstruirlo y mejorarlo. Gracias.
Raiden x Shiva
Omegaverse
Shuumatsu no Valkirie
(Los personajes no son míos y los créditos los tiene su autor)
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- Si y que? - Vishnu contestó después de la sorpresa.
- Cómo qué "y qué"!? No crees que hubiera sido una buena idea decirnos?! - Varuna estaba alterado y Agni trataba de calmarlo con sus feromonas de ceniza.
- Tarde o temprano se enterarían pero el plan es no divulgarlo... - Brahma rechino los dientes ante la declaración del omega.
- Shiva fue quien lo decidió o los viejos tuvieron algo que ver? - Indra habló por primera vez desde que llegaron. Su aura era pesada y su olor era más fuerte de lo Raiden había olfateando inicialmente.
Vishnu movió su nariz, intranquilo. - El tomó la decisión, pero lo conozco suficiente para saber que abandonará los Himalayas a la primera oportunidad. El nunca se a complicado demasiado las cosas. Es fuerte, se recuperará rápido. - El omega mayor desplegó sus feromonas de manera suave. Vainilla y almizcle.
El alfa interno del humano no pudo evitar relajarse. Se había inquietado mucho por la noticia de su omega. Revolcándose en el desasosiego Raiden no notó ese detalle.
- Solo podemos esperarlo. -
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Devdan ya había llegado al templo del omega supremo de la India.
Recorrió con tranquilidad los desolados pasillos con tallados y vitrales de su dios. Se adentro a un gran salón que tenía una larga mesa en el centro y un montón de documentos, hojas sueltas, tinteros, plumas, ceras, velas y tabletas le adornaban en su estancia. Con un largo suspiro comenzó a acomodar las cosas una por una.
En medio del trabajo decidió revisar lo que hacía su lord. Viajo hasta el patio de lotos y flores que el joven amo Ganesha había plantado para su padre. Ahí estaban su señor, sentado en medio del manantial que bañaba las flores a su alrededor. Parecía meditar en la paz que pocas veces tenía.
A los pies del manantial estaba Nandi, hechado a la espera de su amo.
La segunda compañía de Shiva era la serpiente, que estaba enrollada en su cintura. Quieta y alerta a su entorno.
Por último estaba el felino que merodeaba expectante a los olores de su alrededor. Devdan sabía que el tigre esperaba a que algún pobre desconocido entrará sin ser invitado al templo de su dueño, así podría despellejarlo sin residir un regaño del dios.
