Capítulo 8

70 6 27
                                    

Cuando el barco de los mercenarios llegó a nuevas costas, el sol había comenzado a emerger del horizonte con tonos anaranjados y amarillentos que arañaban el agua, a lo lejos, más allá de la marea se abría un amplio horizonte vacío que permitía ver como el cielo se posaba sobre el océano.

En el momento que los ojos de la mestiza volvieron a escudriñar las olas del agua con la mirada, en ella se alcanzó a reflejarse un leve brillo de ilusión, ya que nunca había viajado a paraderos nuevos. Se había criado en la pequeña aldea escondida en el bosque de Eaglorn, lejos de la vista de los humanos con la prohibición de su madre de nunca abandonar la foresta, sin embargo cada día salía a vigilar los pasajes del bosque a observar a los humanos que pasaban a través de él, muchas veces eran guardias que escoltaban a nobles y mercaderes durante su travesía, pero en algunas ocasiones, los soldados de la orden blanca venían a matar a los mestizos más valientes que habían estado asaltando aquellas rutas. Yuri conocía bien lo despiadados que podían ser los humanos, porque vio a muchos de los suyos ser torturados y asesinados en aquel bosque. Ella sabía que tenía el suficiente valor para luchar por los suyos, pero no la suficiente fuerza para salvarlos, había aprendido a usar el arco, pero su madre y hermana dependían de ella porque traía la caza a casa, así que no podía permitirse ponerse en riesgo, y cerraba los puños con ira e impotencia, odiando cada día más a los humanos por haberles obligado a vivir como salvajes en madrigueras y escondrijos.

Volvió en si cuando se alzó la voz de Jessen a sus espaldas. - ¿Disfrutando las vistas?-

Ella desvió la mirada hacia el mestizo sin apartar las manos de la barandilla para asentir levemente con la cabeza.

- He oído que en Olgan hay un mercado muy popular que tiene toda clase de curiosidades, al llegar podríamos pasarnos a mirar y comprar algo.- Señaló con atención en la mirada a Yuri, y notando como se relajaba por unos segundos, en ese corto lapso de tiempo observó su casi imperceptible expresión de sorpresa, la sensación del cuerpo pasando de tenso a libre creo tal sonrisa en su rostro que se volteó para no parecer burlón.

- Tu cuerpo ha hablado. Ya te sientes mucho mejor. ¿Verdad? Pequeña Yuri-

Aquellas últimas palabras la sorprendieron de forma inesperada y un rubor atenazó sus mejillas. – No es algo que haya elegido personalmente.- Alegó.- Más que nada me gusta la idea de tener unos días tranquilos.- Exclamó cruzándose de brazos con orgullo

- Me parece bien, pero primero quiero que veas algo.- Indicó el mestizo. – Acompáñame.-

Intrigada por lo que quería mostrarle, Yuri lo siguió a lo largo de la cubierta del barco hasta la bóveda, y conforme bajaba por las sombras de la escalera escuchó un sonido metálico resonar por el salón, hasta que llegando a su altura observó que las manos de Jessen sacaban de una caja de madera añeja las placas de metal de las hombreras de una armadura ligera de cuero que venía acompañado junto a unas botas, una pechera y unas guanteras también metálicas y con cintos de cuero.

- Se dice que las deidades dracónicas castigaron a los reyes traidores de Leunos por cometer un pecado imperdonable, sin embargo Suneuss quiso darles una segunda oportunidad para satisfacer sus deseos malvados y prometió poder a cambio de su servicio, así que los bendijo con la noble sangre de los dragones, pero estos regentes acabaron rompiendo el voto de lealtad por querer ser más poderosos que él, y siendo malditos y corrompidos perdieron la belleza de su bendición. – Murmuró tranquilamente mientras miraba a la joven.- Durante este período conocido como la Edad de la Luna, una antigua orden de caballeros mestizos caídos conocida como "Crew Codex" al servicio de la bendición de los dragones Ikaruss y Natruss tuvo el propósito de destruir a estas alimañas que seguían arrastrando la maldición de Suneuss con ellas, esta es una de las armaduras que llegaron a utilizar, es ligera y bastante básica, pero cumple muy bien su función, esta envuelta en vendas  y una túnica de vendas negras, ellos se especializaban en armas ligeras ya que destacaban por su agilidad.- Añadió ofreciéndosela.

LeuksnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora