Cuando llegó el momento de que HyunJin dejará el hospital, Felix llamó a SooBin para que los recogiera. La razón por la que Felix eligió a SooBin era porque el hombre no hablaba mucho ni hacía muchas preguntas. Lo que era bueno para Felix. Así podría concentrarse en HyunJin.
Los dos se habían besado mucho el día anterior, pero no había sido ni de cerca, suficiente para Felix. Quería tener al Petauro a solas y en su cama tan pronto como fuera posible. No es que Felix tuviera un simple picor que rascar, tampoco. Por alguna razón, la atracción de Felix por el Petauro se había vuelto una obsesión. Algo que Felix no había imaginado que su mitad leopardo permitiría alguna vez, aun sabiendo que otros leopardos tenían parejas.
Felix sabía que en lo más hondo eso hacía a HyunJin su pareja. Por supuesto, podía ser que se conocieran desde hacía poco, pero no había otra explicación posible. En el pasado, Felix no hubiera soportado que alguien estuviera en su habitación, mucho menos en su cama. Felix no sólo quería que eso pasara con HyunJin, sino que quería que el Petauro del Azúcar se quedará para siempre.
Estaban de pie afuera del edificio de la Coalición, HyunJin no hablaba mucho, Felix tampoco. Sin embargo no se sentían incómodos. Felix pensó que daría cualquier cosa por saber qué pasaba por la cabeza de HyunJin.
—Allí está su carro —dijo Felix señalando un brillante SUV rojo.
Aunque SooBin no hablaba con frecuencia, siempre lo compensaba siendo diferente al resto. La mayoría de ellos conducían autos negros para pasar desapercibidos. SooBin no, sin embargo, él siempre escogía los colores más fuertes y chillones. Todo lo que le faltaba eran los aros de lujo y las luces intermitentes arriba.
SooBin se detuvo, Felix se metió al asiento trasero con HyunJin. Si SooBin pensó algo por esa movida, no dijo nada.
—¿Alguna cosa sobre Ride? —Felix preguntó una vez que entraron a la carretera.
—No, es como si se hubiera esfumado —SooBin respondió.
—Vaya si no eres una cucharada colmada de sabiduría —HyunJin soltó sarcástico—. ¿Quizás quieras entrar en detalles?
Felix se mordió la lengua para no reírse. Tal como estaban las cosas, SooBin ya los estaba fulminando con la mirada. Si lo presionaban demasiado era posible que se detuviera y los hiciera caminar a casa.
No sería la primera vez que hacía esa jugada. Tan sólo el mes anterior, había botado a WooYoung de su auto y había hecho que el sabelotodo caminara por más de una hora.
—¿Y esos que estuvieron trabajando con él? —Felix preguntó.
—San mató a Alvin, uno de los principales asistentes de Ride.
—¡No es justo! —HyunJin exclamó—. Yo pedí ser el primero y San lo sabía. Siempre me está robando el protagonismo.
—No te preocupes. Puedes destripar al siguiente cazador que atrapemos.
HyunJin sonrió.
—Eres tan bueno conmigo.
SooBin soltó un largo suspiro.
—¡Oh, Dios! No tú también. Ya tengo bastante lidiando con la cursilería de YunHo. ¿Ahora lo vas a hacer tú?
—Déjalo en paz —Felix le advirtió.
HyunJin le dio un sonoro beso en la mejilla a Felix.
—No te preocupes masita de miel. Simplemente está celoso de lo que tenemos.
Felix lo miró dos veces. ¿Masita de miel? Ni siquiera cuando estaban profundamente metidos en sus sesiones de besuqueo, HyunJin había dicho algo tan cursi. Realmente ya estaba exagerando. Felix sospechaba que HyunJin lo estaba haciendo para sacar de quicio a SooBin.
ESTÁS LEYENDO
Felix tiene una golosina.
Fantasy-¿En dónde mierda conociste a un Petauro del Azúcar? Felix se quedó congelado a la mitad de un paso. ¿Qué carajo? -Tu olfato debe estar desconectado. Estuve peleando con un Ratel, no un Petauro del Azúcar -Felix afirmó. Los leopardos no son conocido...